Los empresarios y sindicatos convocados por Zapatero en La Moncloa no entendieron la urgencia del encuentro: no se tomaron decisiones importantes

Fuentes cercanas al encuentro consultadas por El Confidencial Digital explican que los agentes sociales fueron convocados con apenas 24 horas de antelación a la cena con la que el jefe del Ejecutivo pretendía poner los pilares básicos del pacto sobre la reforma de los convenios.

Las mismas fuentes comentan que esta cita, que Zapatero calificó como “inaplazable”, puso en alerta a empresarios y sindicatos: no entendían la impaciencia y urgencia del Gobierno para celebrar esta reunión económica de alto nivel.

A la salida del encuentro, según estas fuentes, las conversaciones en lo que se refiere a la reforma de la negociación colectiva estaban en el mismo punto. No fue una reunión clave, ni trascendental. Tampoco se tomaron decisiones importantes, ni se trazó ningún calendario a corto plazo.

El presidente del Gobierno solo pretendió en la cena tomar el pulso a los representantes de la patronal y de los sindicatos e informarse sobre el estado de las negociaciones.

Durante la velada en uno de los salones del complejo presidencial, Ignacio Fernández Toxo (CC.OO), Cándido Méndez (UGT) y Joan Rosell (CEOE) degustaron junto a Zapatero un gazpacho y carne de ternera. A última hora, contra todo pronóstico, también se sumó a la convocatoria el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez.

Según las fuentes consultadas, el encuentro, que se alargó durante casi tres horas, se desarrolló de manera “cordial”. Zapatero insistió en que para él primaba el acuerdo sobre el plazo, que no se iba a entrometer de las negociaciones, pero que era importante vender un pacto después de las elecciones del próximo domingo.

Por su parte, sindicatos y patronal presentaron al presidente del Gobierno un pacto “casi cerrado”, aunque le reconocieron que todavía quedaban algunas asperezas que limar para cerrar el acuerdo en lo que respecta a la ultraactividad de los convenios.