Los empresarios catalanes no entienden la ausencia del rey en los premios de Foment
Se entregan el día 20 pero Zarzuela ha transmitido que no procede la presencia de Felipe VI en plena polémica por la celebración del Consejo de Ministros en Barcelona
Felipe VI no asistirá a la entrega de las Medallas de Honor y de los premios Carlos Ferrer Salat de Fomento del Trabajo Nacional. Una ausencia que no ha sido entendida esta vez por parte de la cúpula del empresariado catalán. La última visita del Jefe del Estado a Cataluña se remonta al pasado mes de septiembre.
El rey ha presidido habitualmente estos actos celebrados por la principal organización patronal de Cataluña, que representa desde 1771 al mundo empresarial e institucional de la región.
Desde que en 2014 don Felipe asumiera la Jefatura del Estado, el independentismo catalán ha salpicado el acto. Aquel año, en su estreno en este evento empresarial, el rey dejó claro al entonces presidente de la Generalitat, Artur Mas, que “la primera responsabilidad de todas las instituciones es garantizar nuestra convivencia en paz y libertad”.
En esta ocasión, asistirá a los premios de Foment el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero no acudirá el rey, por segundo año consecutivo. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, todavía no ha confirmado su asistencia a tres días del evento.
En plena polémica por el Consejo de Ministros
Fuentes empresariales de alto nivel en Cataluña, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, explican que la fecha elegida para esta cita empresarial en Cataluña justifica la ausencia de Felipe VI. Se celebra un día antes del Consejo de Ministros convocado por Pedro Sánchez en Barcelona.
Una decisión que ha sido calificada de “provocación” por varios miembros del Govern de Quim Torra porque, critican, coincide con el primer aniversario de las elecciones autonómicas en Cataluña bajo la aplicación del artículo 155.
Zarzuela aparta al rey del choque de Gobiernos
En este contexto, según ha podido Confidencial Digital por fuentes conocedoras de la organización del evento, Zarzuela ha transmitido que la presencia del rey en Barcelona no procede en plena escalada de tensión entre los Gobiernos central y autonómico.
Felipe VI se ha propuesto utilizar siempre sus buenas formas, su estrecho conocimiento de la realidad catalana, y su buena expresión en lengua catalana para buscar el entendimiento y la convivencia entre Cataluña y el resto de España.
Sin embargo, no desea, ni puede, apartarse de sus responsabilidades constitucionales. Y tampoco lo va a hacer ahora, según ha trasmitido Zarzuela en los últimos días a varios grandes empresarios catalanes.
La voluntad del rey es que la Corona esté más presente en Cataluña y, por tanto, se constate la unidad del conjunto de España. Quiere reflejar con determinación que reina también en Cataluña. Pero, en ningún caso, se hará presente en un ambiente de choque de trenes entre los dos gobiernos.
Felipe VI, pese a sus buenas conexiones con el tejido empresarial catalán, y a su gran conocimiento y respeto de la realidad política y social catalanas, está al servicio del planteamiento del Gobierno español de negociar y buscar acuerdos siempre que sea el propio Quim Torra el que dé un paso atrás respecto a sus aspiraciones soberanistas.
Los empresarios catalanes critican la ausencia
Las fuentes empresariales consultadas por ECD no entienden esta vez la ausencia del rey en los premios de Foment del Treball. Critican que ahora, a diferencia del año pasado cuando estaban convocadas elecciones el 21 de diciembre en Cataluña, el acto no se celebra en vísperas de una campaña electoral.
Algunos de los dirigentes empresariales comparten estos días su pesar porque últimamente haya reducido su presencia en Cataluña. “¿Cómo es posible que el jefe del Estado no pueda visitar una parte del Estado?”, se pregunta amargamente un destacado ejecutivo catalán. En su primer año de reinado, recuerda, viajó a la comunidad casi una vez al mes.
No obstante, otros empresarios consultados comprenden la decisión de Zarzuela. Entienden que el rey ejerce una función arbitral y simboliza “la unidad del Estado”, por lo que siempre va a promover el orden constitucional frente a los que pretenden la desintegración de España, al margen de cualquier tendencia política. “Sabemos, en todo caso, que está con nosotros”, concluye otro alto ejecutivo.
