Los empresarios exigen a Pedro Sánchez que acabe con los grandes puentes festivos

Afecta sobre todo al 15 de agosto, 1 de noviembre y 6 de diciembre. Rajoy prometió que trasladaría a lunes o viernes las fiestas entre semana pero no lo cumplió.

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La patronal CEOE vuelve a la carga con la eliminación de los puentes festivos y, en especial, de los grandes acueductos que se forman en el calendario laboral a lo largo del año. Fue una promesa de Mariano Rajoy, que incumplió durante siete años, y que ahora los empresarios quieren que asuma y regule el Gobierno de Pedro Sánchez.

Rajoy prometió, en su discurso de investidura como presidente del Gobierno en 2011, que los días festivos que cayeran entre semana se trasladarían al lunes o al viernes más cercano, con el fin de suprimir los largos puentes, conocidos popularmente como acueductos.

Defendió en el Congreso de los Diputados que esa medida contribuiría a ahorrar costes, aumentar la competitividad de las empresas y evitaría la sangría de “millones y millones de euros” que se dejan de generarse cuando los españoles se van de puente.

Trasladar a lunes o viernes las fiestas entre semana 

Ahora, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de la propuesta, los empresarios van a exigir al Gobierno de Sánchez “que se trasladen al lunes algunas de las fiestas de ámbito nacional que tengan lugar entre semana y, en concreto, las del 15 de agosto, el 1 de noviembre y del 6 de diciembre”.

Es decir, el día de la Asunción, que concentra la mayoría de las fiestas más populares de los pueblos de España; la de Todos los Santos, y el puente de la Constitución y de la Inmaculada.

Los empresarios sostienen que “los puentes implican generalmente una ruptura y desoptimización  importante de los recursos implicados en los procesos productivos”.

Defienden que ya existe un acuerdo con los sindicatos

Además, CEOE va a destacar, en su propuesta al Ejecutivo, que ya existe un acuerdo con los sindicatos desde 2011 sobre esta materia con el siguiente consenso: “La recuperación del crecimiento y del empleo hacen preciso llevar a cabo una clara apuesta por medidas que redunden en una mejora de nuestra competitividad”.

Por lo tanto, la patronal que preside Juan Rosell defiende que “en el actual escenario de recuperación económica y del empleo es conveniente reducir los perjuicios que puede ocasionar la existencia de días inhábiles y festivos entre semana en determinados sectores de actividad”.

Esto es, cuando las fiestas caen en días como el martes o el jueves permiten unir la libranza con el fin de semana anterior o posterior

 

El más largo de los puentes suele ser el de la Constitución -6 de diciembre- y la Inmaculada -el 8 de diciembre-. Por si esto fuera poco, se sitúa en el calendario muy próximo a un periodo lleno de días festivos como Navidad (25 de diciembre), Año Nuevo (1 de enero) y Reyes (6 de enero).

La reforma no resulta especialmente compleja. Por un lado, es necesaria una modificación del Estatuto de los Trabajadores, e incluir que el Gobierno traslade los festivos nacionales al lunes o al viernes; y, por otra parte, se debe cambiar el Real Decreto 2001/1983, de 28 de julio, que dispone en su artículo 45 cuáles son las fiestas laborales.

El Gobierno aplaza la eliminación de los puentes

La última palabra corresponde al Ministerio de Trabajo, porque, a pesar de que la empresa tiene facultad para determinar el calendario laboral general, el carácter conmemorativo de los festivos va implícito con el interés general de los ciudadanos.

Por el momento, el calendario de 2019 le ha echado una mano al Gobierno. La Dirección General de Empleo tiene prácticamente cerrado el programa laboral para 2019, que no tiene previsto incorporar tampoco la reforma de los festivos, según confirman a ECD fuentes del Ejecutivo. Lo publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE) a finales de este mes de octubre.

El calendario de 2019 permite esquivar la reforma

De forma natural, el año 2019 ha eliminado del calendario la mayoría de puentes festivos. Por ello, el Gobierno de Pedro Sánchez va a esquivar el coste político que asumiría, si acaba con esta histórica costumbre española, y que el PP nunca llegó a aplicar cuando estaba en el poder.

No olvida el Ejecutivo que en algunas comunidades autónomas, y gobierna en muchas de ellas, existe una enorme resistencia a trasladar o suprimir sus fiestas locales, por el enorme arraigo social que tienen entre los ciudadanos.

De los ocho festivos nacionales que habrá el próximo año, sólo en dos casos podrá formarse un puente festivo: el 1 de enero y el 15 de agosto, dos fechas en las que buena parte de los trabajadores (y todos los escolares) ya disfrutan de vacaciones. 

En el resto es imposible: o bien caen en viernes, lunes o fin de semana, o bien en miércoles, como el Primero de Mayo. En este último caso en concreto, solo en Madrid será posible encadenar varios días festivos hasta llegar al sábado, ya que el jueves, 2 de mayo, es la fiesta de la Comunidad.

Incluso, el calendario de 2019 acaba con las mini vacaciones que se organizan en torno al 6 y el 8 de diciembre. Ese caen en viernes y domingo, respectivamente.

España es uno de los países con más días no laborables de Europa, con 14 festivos al año. Se recogen 10 días festivos de carácter nacional, 2 autonómicos y 2 locales. Supera a Austria (13), Alemania (12), Bélgica, Italia y Francia (11 cada uno), Reino Unido e Irlanda (9) y Holanda (8).

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