Éxodo de trabajadores en 110 pueblos pequeños por el retraso de los viajes del Imserso a balnearios

El programa Termalismo Social del Imserso que se desarrolla desde hace más de 30 años en España se paralizó por la pandemia en marzo de 2020. 

Su reactivación se ha ido posponiendo en varias ocasiones desde la primavera de 2021. La espera está provocando que los balnearios hayan visto reducida notablemente su actividad y en consecuencia el trabajo, llegando algunos a cerrar. 

La falta de trabajo y clientes está provocando un éxodo de empleados no solo de los centros, sino de otros sectores, como camareros o vendedores, que se nutrían de las personas que acudían a las termas. 

La parálisis por la pandemia y los retrasos

El programa de termalismo se venía desarrollando junto al Imserso desde hace más de treinta años de forma ininterrumpida. 

A consecuencia de la pandemia, el programa se suspendió en marzo de 2020. En septiembre del mismo año se planeó retomarlo en la primavera de 2021. 

El programa se volvería a retrasar, pero el avance de la vacunación hizo prever que se retomaría el pasado verano. Algo que tampoco sucedió. Entonces se planeó retomar el Termalismo Social en octubre, dejando todo el verano de margen para cerrar todos los trámites administrativos. 

El acuerdo económico y el proceso de consulta se cerró para 2021/2022, con una posible prórroga por tres años. 

En octubre los contratos no están hechos. Desde la patronal explican a Confidencial Digital que los contratos se forma directamente entre el Imserso y cada balneario y en octubre, de los 80 contratos que se debían haber cerrado solo estaban listos una veintena. 

“El problema es que seguimos sin fecha de inicio”

Para la patronal el gran problema es que siguen sin conocer la fecha de inicio, aunque según las últimas informaciones que han recibido se habría pospuesto al mes de de noviembre. 

Los mayores aún no saben si podrán disfrutar del programa, ECD ha podido saber que algunos están optando por acudir por su cuenta, aunque son la minoría. 

Los balnearios, por su parte, siguen sin saber cómo programarse, ya que están perdiendo plazas que podrían ofertar por estar sujetos al programa del Gobierno. 

Los retrasos en su inicio están poniendo en riesgo 7.000 empleos directos y 6.000 empleos indirectos en 110 municipios españoles. 

El impacto local 

Los balnearios, ubicados en su mayoría en pequeños núcleos rurales, forman el centro económico de dichas localidades.

El retraso en el inicio del programa del Imserso está provocando que algunos de los balnearios hayan tenido que cerrar, según cuentan desde la patronal a Confidencial Digital. 

Un año normal se ofertan desde el programa del Imserso alrededor de 200.000 plazas, este año, de ponerse en marcha, solo se podrían llegar a ofrecer unas 20.000. La previsión de haber iniciado el programa en octubre era lanzar una oferta de 58.000 plazas. 

La falta de trabajo está provocando que los trabajadores abandonen los municipios, por una parte. 

Por otra parte, la falta de actividad e incluso cierre de estos espacios está provocando que otros locales que vivían del turismo, como bares y hoteles, por el balneario también tengan que cerrar. 

Esto está produciendo una despoblación en dichas zonas rurales. 

Oferta directa como alternativa

Esta situación no está causando solo perjuicio económico, sino también social y sanitario ya que los beneficiarios de los programas no están pudiendo recibir los tratamientos que en estos centros se ofertan. 

Para hacer frente a estos problemas, algunos balnearios han decidido contactar de forma directa con los beneficiarios de estos programas y les han ofrecido acudir por su cuenta al centro adaptando las estancias. 

Están ofreciendo, mientras esperan que se reactive el Termalismo Social, precios asequibles por periodos de hasta una semana. 

Sin embargo, esta oferta está teniendo una escasa respuesta ya que los potenciales usuarios “prefieren esperar”.