El Gobierno entregará un ‘cheque-alimentación’ de 200 euros a familias que ingresan menos de 1.000 euros al mes

Se trata de un pago único que podrán recibir siete millones de españoles para compensarles por la subida de la cesta de la compra

Gente comprando en un supermercado con la cesta de la compra.
Gente comprando en un supermercado con la cesta de la compra.

El Gobierno perfila estos días la fórmula para amortiguar la escalada del precio de los alimentos básicos en la cesta de la compra. El decreto anticrisis que Pedro Sánchez tiene previsto aprobar antes de que acabe el año incluirá como medida estrella un ‘cheque-alimentación’ para hogares vulnerables.

Hace unos días, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ya anunció que estaba negociando con el PSOE nuevas medidas para hacer frente al encarecimiento de los alimentos, en el marco de la prórroga del decreto anticrisis que expira el 31 de diciembre, pero sin concretar en qué consistirían.

Un ‘cheque-alimentación’

La posibilidad de intervenir directamente el mercado con topes o limitaciones, como planteó hace unos meses Unidas Podemos, va perdiendo fuelle a medida que se acentúan las advertencias sobre los efectos colaterales negativos que una medida de ese calibre tendría.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes del Gobierno, Moncloa tiene decidido activar medidas vinculadas al apoyo a los ciudadanos con menor renta y se decanta por ayudas directas a los hogares más vulnerables mediante transferencias monetarias para que puedan afrontar la inflación. Una especie de ‘cheque-alimentación’.

El objetivo es hacer frente a un encarecimiento que ha llevado a que los alimentos suban más de un 15% en términos interanuales, muy por encima del nivel medio de inflación, que se situó en el 6,8% en noviembre, según el último dato del INE.

Un pago único de 200 euros

Según las fuentes consultadas, la Agencia Tributaria será el organismo encargado de gestionar esta ayuda, que consistirá en un pago único de 200 euros para familias que ingresan menos de 1.000 euros al mes.

Será una ayuda similar al cheque que ya se articuló el pasado verano para las personas físicas de bajo nivel de ingresos y patrimonio, ya fueran asalariados, autónomos o desempleados.

En el Ejecutivo han calculado que, en un plazo de dos años, la factura mensual de la cesta de la compra se encarecerá de media más de 70 euros para los hogares españoles, lo que supondrá un gasto anual extra de 850 euros solo por los alimentos.

Ingresos de menos de 1.000 euros al mes

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD revelan que Hacienda tiene decidido fijar el umbral de ingresos de los beneficiados por esta medida en 1.000 euros al mes. Fuentes del departamento que dirige María Jesús Montero detallan que cuatro de cada 10 trabajadores en España ingresan cada mes menos de esa cantidad. Un total de 7,3 millones de personas en todo el país.

 

Ya sea porque su sueldo está anclado al salario mínimo y/o porque tienen un contrato a tiempo parcial y no pueden trabajar las horas suficientes para tener una nómina a final de mes que alcance los cuatro dígitos.

Así lo constatan, aseguran en el Ejecutivo, las últimas estadísticas publicadas por la Agencia Tributaria, que recoge datos salariales del 2021. Y ubica el salario mediano cerca de los 1.300 euros mensuales.

Focalizar las ayudas en los vulnerables

De este modo, Moncloa ha descartado medidas generalizadas para toda la población. Ha tenido en cuenta que parte de la subvención de 20 céntimos por litro de carburante ha ido a mantener los márgenes de las empresas y ha beneficiado más a las rentas altas porque las rentas bajas usan el transporte público y tienen coches pequeños.

El Gobierno se apoya también en las posiciones de la Comisión Europea y otros organismos internacionales, que abogan por evitar este tipo de medidas indiscriminadas que benefician a cualquier tipo de renta, lo que ha llevado a descartar una rebaja del IVA de los productos básicos.

Por eso, Hacienda ya estudia como focalizar estas ayudas a quienes realmente las necesiten, incluidos los transportistas. No se pasa por alto que el coste del carburante representa un 10% del precio de la fruta o las hortalizas del supermercado.

La subida del precio de los alimentos está impulsada por el encarecimiento de los fertilizantes, del transporte y por la sequía que ha provocado malas cosechas.

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