El Gobierno va a rectificar a Escrivá: las cotizaciones subirán solo para los que ganan más de 4.000 euros al mes

Se ha anunciado un aumento generalizado de 10 euros al mes y la propuesta final será cobrar una cantidad mayor únicamente a los que perciben salarios altos. Moncloa ya prepara el cambio

Ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social.

La propuesta de José Luis Escrivá de aplicar una subida generalizada de las cotizaciones a la Seguridad Social para financiar las pensiones de los ‘baby boomers’ ha creado un gran malestar entre los empresarios. Un escenario que ha llevado a Moncloa a prepararse ya para rebajar la pretensión del ministro de Seguridad Social.

El enfado es mayor cuando se tiene en cuenta que una propuesta del calibre de la transmitida ayer por el Ministerio de Seguridad Social fue desvelada a última hora, sin datos que ayudaran a comprender el contexto o la proyección de la medida y en apenas folio y medio.

Todo, con apenas dos semanas de plazo para negociar y dar el visto bueno o rechazarlo, porque llegado el 15 de noviembre Seguridad Social iniciará su tramitación como enmienda parlamentaria con o sin los agentes sociales.

Aumento generalizado de 10 euros al mes

A día de hoy, con la reacción empresarial, Moncloa asume que difícilmente podrá contar con el apoyo de las patronales en su propuesta para la reforma y equilibrio financiero del sistema de pensiones.

La vía planteada por el titular de Seguridad Social para amortiguar el incremento esperado en el gasto en prestaciones es subir las cotizaciones sociales que pagan los trabajadores durante su vida laboral. Es decir, el trabajador dejará de ingresar parte de su sueldo y/o el empresario deberá asumir mayores cuotas.

Realizando un ejercicio hipotético, un trabajador percibe un sueldo medio en España, que ronda los 2.000 euros mensuales brutos (24.395 euros, según el último dato de la Encuesta de Estructura Salarial del INE), tendría que pagar unos 10 euros más al mes en cotizaciones. En el caso de un ‘mileurista’, se incrementarían unos 5 euros.

Limitar la subida a los sueldos más altos

Ante la previsible contestación empresarial, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes de la cúpula económica del Gobierno, Moncloa ha comenzado a trabajar en una rectificación y va a dar orden al Ministerio de Seguridad para rebajar la pretensión inicial de Escrivá y limitar la subida de las cotizaciones sociales a los sueldos más altos.

En concreto, el Ejecutivo estudia el destope de la base de cotización máxima, que ahora mismo se sitúa en los 48.841,20 euros anuales, o los 4.070,10 euros al mes. Hasta ahora, este salario marca el tope de cotización y los sueldos por encima aportaban la cantidad máxima a la seguridad social.

Moncloa ya prepara la rectificación

En el documento que ha comenzado a elaborar Moncloa a toda prisa para presentar a los agentes sociales en los próximos días, el Gobierno propone una “adaptación gradual” de las bases de cotización máxima. Sin embargo, también quiere que la pensión máxima que resulte tras la subida de las aportaciones aumente.

 

“La modificación deberá ser concurrente con un cambio de la pensión máxima para no afectar a la naturaleza contributiva del sistema”, destaca el informe.

Más cotizaciones para un millón de trabajadores

Destopar totalmente las bases máximas de cotización a la Seguridad Social implicarían unos ingresos añadidos a la Seguridad Social de 4.470 millones de euros al año, según datos del propio organismo.

Las fuentes conocedoras de la nueva propuesta explican a ECD que el planteamiento del Gobierno será que, frente al aumento generalizado de 10 euros al mes, la fórmula final será cobrar una cantidad mayor a menos trabajadores, es decir, solo a los que perciben salarios altos. 

Calculan que el millón de españoles afectados tendría que desembolsar 742 millones de euros más cada año mientras sus empresas verán aumentar sus costes salariales en 3.728 millones.

No obstante, destacan, esos ingresos contribuirían a reducir un cuarto del déficit de la Seguridad Social, que supera en este momento los 18.000 millones de euros, y llenar de nuevo la llamada “hucha de las pensiones” como quiere Escrivá, donde quedan apenas 2.000 millones tras alcanzar un fondo de reserva de 67.000 millones de euros en 2011.

Obligado a rectificar sus posiciones

No es la primera vez que el ministro Escrivá se ve obligado a rectificar sus posiciones. Aún resuena en el PSOE el eco de sus palabras al día siguiente de la firma del pacto sobre pensiones, suscrito en la mesa de diálogo social, para que los nacidos en la generación del ‘baby boom’ (entre 1958 y 1977) trabajarán más con el fin de no ver afectada su jubilación.

En aquella ocasión tuvieron que salir varios ministros a desautorizar su propuesta, y él hubo de reconocer: “No he tenido mi mejor día”. Eso sí, igual que otras veces, dijo que el problema fue que se le había entendido mal.

Los “globos sondas” de Escrivá

Hay que recordar también que José Luis Escrivá ya encendió los ánimos en el PSOE hace poco más de un mes. Defendió, en una entrevista con el diario Ara, un “cambio cultural” para trabajar más entre los 55 y los 75 años, desincentivar la jubilación anticipada, y estimular la prolongación de la vida laboral más allá de la edad legal.

La traducción inmediata de sus palabras fue que estaba planteando trabajar hasta los 75 años, lo que acabó acaparando los titulares y las tertulias de la jornada.

El embrollo llevó a Escrivá a afirmar en su cuenta de Twitter que sus declaraciones se habían “sacado de contexto”, y que en ningún caso había planteado la necesidad de trabajar hasta los 75 años. Se trata de un asunto extremadamente sensible para el electorado progresista.

Nadia Calviño está detrás

Fuentes del Gobierno confirman a Confidencial Digital que “el ministro Escrivá no va por libre” en el lanzamiento de estos globos sondas a la opinión pública.

Explican que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, está al tanto de la mayoría de los debates que el titular de Seguridad Social va a abrir ante la población, y hasta explican que le anima a “decir la verdad que otros no se atreven, a decir siempre lo que piensa porque él no es un político”.

Algunas de las propuestas se lanzan también con el conocimiento de Moncloa y del equipo del propio presidente del Gobierno. Cuentan con que sabe siempre lo que dice, que nunca da puntada sin hilo y, que tras lo que sostiene, a menudo hay un motivo oculto.

Poca habilidad política

Defienden que Escrivá, por su preparación y experiencia, tiene notables cualidades técnicas, aunque ninguna habilidad política, y que es solo por eso por lo que no mide, no calibra y no atina con sus manifestaciones públicas.

Dicho de otro modo: el equipo económico del Gobierno busca que todo se circunscriba a abrir un debate filosófico sobre cada asunto, excusado en su condición de técnico y no político. Una labor para la que Escrivá se presta. Aseguran que no le importa en absoluto no ser el ministro más popular, ni entre los agentes sociales ni entre los grupos parlamentarios.

Alarma en el PSOE

En cambio, el PSOE ha tenido que salir a acallar ecos en varias ocasiones, insistiendo precisamente en que no era más que un “debate filosófico, que no está en la agenda del Gobierno”. Y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha apresurado también alguna vez a pedir “prudencia” a su colega del Consejo de Ministros.

Lo mismo han hecho en otros momentos la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y el portavoz en el Congreso de los Diputados, Héctor Gómez, para tratar de sofocar el incendio provocado por el titular de Seguridad Social.

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