El Gobierno vigila al minuto el gasto con tarjeta, consumo eléctrico y afiliación para poder ‘vender’ que “lo peor ha pasado”

Economía ha instalado un panel que mide constantemente esos indicadores, pero solo facilitará datos cuando se detecte que empieza a haber “brotes verdes”

Nadia Calviño e Isabel Celaá.
Nadia Calviño e Isabel Celaá.

Pedro Sánchez ha iniciado una ofensiva para lanzar un gran mensaje de acuerdo con patronal y sindicatos que dé un impulso al empleo y la recuperación económica. La foto del pacto social es el pistoletazo de salida para comenzar a vender los primeros “brotes verdes”. Y, para ello, el Gobierno vigila al minuto varios indicadores clave.

En ese contexto “positivo” se enmarca el acto que el presidente convocó el pasado viernes con los líderes de las patronales CEOE y Cepyme y los sindicatos CCOO y UGT en La Moncloa, en el que se firmó un “pacto de reactivación económica y por el empleo” con un contenido muy genérico pero que abre paso a una negociación de fondo entre patronal, sindicatos y Gobierno que fije cuestiones clave para la recuperación.

Lo peor ha pasado

Fuentes del Gobierno reconocen a Confidencial Digital que Pedro Sánchez ha dado orden a la cúpula económica del Ejecutivo de comenzar a “lanzar un claro mensaje de recuperación del país, en medio de una catarata de datos económicos negativos”.

Por todo ello, la consigna enviada a los ministros es la de insistir en que “lo peor ya ha pasado”.

Como ejemplo, un día después de los malos datos del paro, la aprobación del plan Renove, que finalmente se llevó el viernes a una reunión extraordinaria del Ejecutivo y no a la ordinaria del martes como estaba previsto, debía servir para impulsar el consumo, junto a otras medidas económicas dirigidas a ayudar a las empresas, en especial nuevas medidas de crédito.

Vender la recuperación económica

Fuentes con acceso a La Moncloa explican a ECD que Pedro Sánchez está “empeñado” en ofrecer también una imagen de unidad entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos, en el momento de preparar la recuperación económica y en plena negociación del fondo europeo, que es clave para salvar la economía española. 

Por lo tanto, la estrategia del Gobierno se comenzó a visibilizar el viernes, en el acto con los agentes sociales, y se va a centrar las próximas semanas en contrarrestar la imagen que ofrecen unos datos económicos que comienzan a reflejar la dureza de la crisis, además de las previsiones del Banco de España, especialmente negativas.

Un panel de alta frecuencia

El Ministerio de Economía ha instalado en la Dirección General de Análisis Macroeconómico un panel de indicadores de alta frecuencia, que permitirá la monitorización constante de la actividad económica y conocer la evolución de la recuperación.

De esta forma, en el departamento que dirige Nadia Calviño disponen de una fuente adicional de información que no aparece en las estadísticas oficiales. Unos datos, sobre la evolución de la actividad económica y de la marcha de la recuperación que se reciben además con mayor frecuencia, de una forma más inmediata y anticipada.

 

Tres indicadores

Según las fuentes consultadas por ECD, el gasto con tarjeta, el consumo de electricidad y la afiliación a la Seguridad Social, son los tres indicadores que los técnicos dependientes de la Secretaria de Estado de Economía vigilan al minuto con el fin de monitorizar la reactivación de la economía. Con ellos realizarán un balance interno diario de la situación.

Aseguran que son unos indicadores que van a medir el efecto de las medidas de política económica que ha puesto en marcha el Gobierno para hacer frente a las consecuencias de la paralización de la actividad por el coronavirus, porque, entre otras cosas, poner el ojo sobre la economía sumergida. Se utilizarán también para la fijación de las previsiones económicas.

Por el momento, el Gobierno no facilitará información sobre lo que marquen estos indicadores, pero no descarta hacerlo cuando comience a mejorar la situación y puedan empezar a venderse los primeros “brotes verdes”.

Vigilar la reactivación del consumo

Hay que recordar que las entidades financieras, a través de las tarjetas, disponen de multitud de datos de los clientes: el establecimiento en el que se compra, la localización de dónde se ha efectuado el pago, el importe, el titular de la compra, qué tipo de producto se ha adquirido, en qué momento se ha hecho, si ha sido a través de internet...

Esa información se encuentra recogida en las bases de datos de los bancos que anonimizan la información: es imposible identificar a personas o empresas concretas.

El objetivo último del Gobierno es medir el efecto económico de la crisis del Covid-19 vía consumo, pese a que ya disponen de estas cifras a través de diversos indicadores, como los que puede facilitar la Agencia Tributaria.

El Banco de España ha publicado en su última estadística que, a cierre de 2019, había en España 85,6 millones de tarjetas; el número de operaciones realizadas a través de terminales de puntos de venta fue de 4.536 millones, por un importe de 161.343 millones de euros.

Termómetro para medir la actividad

La demanda eléctrica se ha desplomado una media del 12,7% durante los meses de marzo a junio, y el consumo de gas natural un 15,5%, fruto del impacto por la pandemia del Covid-19. Son dos indicadores que confirman la gravedad de una crisis económica que pueda ahondarse.

Por ese motivo, el Gobierno está vigilando también el consumo eléctrico, como “uno de los principales termómetros para medir la actividad de la economía”, que se comporta a la baja por los cierres en sectores como los servicios o la industria, a pesar del traslado al consumo doméstico por el teletrabajo.

Conforme se fueron incrementando las medidas restrictivas para la economía, con la paralización de las actividades no esenciales, se fue acrecentando esa caída en el consumo eléctrico, ya que el confinamiento o la implementación del teletrabajo como medida solo traslada parte de ese consumo a los hogares.

Afiliación diaria a la Seguridad Social

Además, el Gobierno está monitorizando muy de cerca, prácticamente al instante, la evolución de la afiliación a la Seguridad Social en diez actividades específicas que han entrado en estado de ‘shock’ por el frenazo en seco de la economía.

Por el momento, los datos no son positivos. Según las estadísticas del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, en los últimos diez días del mes de junio, un periodo en el que se produjo el final del estado de alarma, se destruyeron 221.154 afiliados a la Seguridad Social.

En algunas actividades se han detectado caídas a plomo del empleo, de hasta el 80% o incluso el 90%, respecto al sector de referencia. Es el caso, por ejemplo, de las actividades relacionadas con la hostelería, que han sufrido el cierre de los establecimientos (bares, restaurantes, hoteles...).

Aparecen como los más perjudicados los servicios de comidas y bebidas, que han perdido más de un millón de afiliados.

Hay sectores, como la hostelería, donde la afiliación ha descendido en más de 160.000 cotizantes durante esta crisis, mientras otros 930.000 están inmersos en procesos de ajuste de plantilla temporal, y cerca de 240.000 autónomos en cese de actividad.

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