La ‘vicepresidenta’ Yolanda Díaz pide a los bancos que paguen las nóminas de cinco millones de españoles por el colapso del SEPE

Las entidades han respondido que harán frente a las prestaciones de cuatro millones de parados y de 900.000 trabajadores en ERTE. Pero 100.000 corren el riesgo de no cobrar

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se va a estrenar como vicepresidenta tercera del Gobierno con el enorme reto de afrontar el pago de las prestaciones de cinco millones de personas en pleno colapso del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) por el ciberataque al organismo, que todavía no ha sido resuelto una semana después.

Los retrasos en el reconocimiento de la prestación, por la avalancha de expedientes que se han producido durante la pandemia, han provocado que algunos beneficiarios no hayan podido cobrar durante varios meses.

Para acelerar el pago, el Ministerio de Trabajo llegó a un acuerdo con los bancos –que suelen ingresar el paro el día 10 de cada mes- para que adelanten el dinero, de manera que los que no puedan percibir la prestación el día 10 no tengan que esperar hasta el mes siguiente.

Están en peligro las nóminas

Fuentes internas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) reconocen a Confidencial Digital que el organismo no dispone ahora de medios para compensar la caída de su sistema informático a lo largo de la última semana.

Los trabajadores dan por hecho que el pago de las prestaciones y subsidios tramitados desde el pasado 9 de marzo se verá afectado en el próximo mes de abril, cuando se ejecutan. 

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El organismo perteneciente al Ministerio de Trabajo continúa con la recuperación de los terminales afectados por el ataque informático de hace ya una semana, que bloqueó por completo su actividad.

“Un tapón de tramitaciones”

Con todo, las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que no hay una cuantificación aproximada del número de expedientes afectados pero dan por hecho que será imposible recuperar el ritmo perdido a tiempo para el pago de la próxima nómina, que se cierra el próximo 31 de marzo.

El ciberataque ha generado un “tapón de tramitaciones” que no han podido realizarse por la imposibilidad de acceder al sistema. Los terminales del SEPE han quedado encriptados

Trabajo pide ayuda a los bancos

Ante el riesgo de que no se llegue a tiempo, Confidencial Digital ha podido saber, por fuentes conocedoras de los contactos, que el Ministerio de Trabajo ha pedido de urgencia a los bancos que adelanten el pago de las prestaciones a las personas afectadas que sean sus clientes, al igual que hacen con el pago de las pensiones a los jubilados.

El objetivo es que la primera semana de abril llegue el dinero de las prestaciones a los trabajadores afectados por la crisis (los incluidos en ERTE, las trabajadoras de hogar, los temporales que pueden acceder al subsidio extraordinario y los que hayan sido despedidos).

En la banca confirman a ECD que no han cambiado su política de adelantar el dinero. “Las entidades financieras continuamos ordenando y adelantando el pago a los clientes en la primera semana del mes, pero, claro, realizamos la orden a los clientes del listado que nos aporta de forma mensual el Ministerio de Trabajo”, explican desde varios bancos.

Cinco millones de nóminas del SEPE

El catálogo de pagos que ofrece el SEPE incluye desde el abono de la prestación por desempleo para quienes mantienen ese derecho adquirido por el pago de cotizaciones al subsidio, que ronda los 4 millones de personas, y para quienes han visto vencer el periodo sin volver a encontrar trabajo o la renta activa de inserción. 

A ellos habría que sumar los cerca de 900.000 trabajadores que se mantienen en ERTE y que perciben a través del organismo perteneciente a Trabajo el 70% de su base reguladora.

100.000 personas en riesgo de no cobrar

En cambio, las personas cuya prestación no haya podido ser reconocida por el SEPE a lo largo de este mes de marzo por el ciberataque tendrán que esperar al mes siguiente, es decir a mayo, para empezar a cobrar la prestación.

Los afectados pueden recibir la cantidad que tienen pendiente desde que el SEPE le comunica a la entidad bancaria que es beneficiario de una ayuda. Pero los bancos trabajarán con los listados del mes de anterior, febrero, lo que impedirá registrar las órdenes de pago a los nuevos parados y trabajadores incluidos estas últimas semanas en un ERTE.

Fuentes internas del organismo calculan a ECD que esta situación puede llegar a alcanzar a unas 100.000 personas.

El funcionamiento es como sigue: el SEPE reconoce la prestación, se lo comunica a la entidad financiera y a partir de este momento ésta puede ofrecer el anticipo directamente a los beneficiarios para que dispongan del dinero con antelación y puedan así hacer frente a sus gastos. 

Una cascada de errores con los ERTE

Este nuevo contratiempo se suma a la cascada de errores que se han registrado en los últimos meses con el pago de los ERTE. Los cierres intermitentes de actividades están complicando la elaboración de las nóminas.

También hay personas que no tenían que haber percibido la prestación y han cobrado dinero; otras que no la han recibido y tenían derecho a ella; algunas han cobrado meses completos a pesar de que su ERTE había concluido antes. Se ha dado el caso de trabajadores que tenían una cifra asignada inferior a la real, y ha habido hasta confusión en los números de cuenta bancaria de los beneficiarios.

Por si esto fuera poco, los trabajadores afectados por un ERTE con hijos a cargo se han visto especialmente perjudicados por el caos en los servicios de empleo. No se tuvo en cuenta el número de niños en las familias en el momento de reconocer las prestaciones y tres meses después comenzó a regularizar los pagos.

En el SEPE defienden que el objetivo era, en los momentos más duros de la pandemia, acelerar el reconocimiento de las solicitudes colectivas que presentaban las empresas con la relación de trabajadores afectados por expedientes de suspensión de contratos y reducción de jornada por fuerza mayor, o por causa económica, técnica, organizativa y de producción.