Grandes empresas se proponen ‘castigar’ con cambios de puesto y de destino a los trabajadores que no están vacunados

Los sindicatos apoyan también medidas como exigirles una PCR todas las semanas y la creación de áreas para ellos dentro de las zonas comunes como los comedores

Trabajadores en una empresa.
Trabajadores en una empresa.

La vuelta a la actividad presencial en las empresas, en muchos casos tras meses de teletrabajo generalizado, arroja el interrogante de si será obligatoria la vacunación contra el Covid para poder pisar nuevamente el lugar de trabajo y mantener las empresas operativas sin poner en riesgo a las plantillas. En España se estudian varias fórmulas.

La variante ómicron del coronavirus ha disparado en todo el mundo las curvas de contagio, tras unos meses en los que la emergencia sanitaria parecía contenida.

En Estados Unidos, miles de empleados han comenzado a ser despedidos de sus empresas por no estar vacunados frente al Covid.

La sentencia del Tribunal Supremo de EEUU, que impide a las empresas imponer a sus plantillas la vacuna obligatoria, ha dado paso a otras tácticas para prescindir de los trabajadores antivacunas, mientras muchas compañías aseguran incluso que se reservan el derecho a despedirlos.

Despidos en Nike, Google, CNN, JP Morgan…

“Usted no ha completado el proceso de verificación de las vacunas. No cumple con nuestra política y su empleo está programado para terminar el sábado 15 de enero”. reza un correo enviado hace unos días a los empleados de Nike. La empresa anunciaba así el despido de los no vacunados.

Al gigante de ropa deportiva se ha sumado también otra empresa del sector, Columbia, quien también ha echado a los que se niegan a vacunarse.

Y así ocurre en otras grandes compañías. Los empleados de Google que rechazan inmunizarse también van a perder su trabajo, igual que los de Citigroup, el primer gran banco del país que toma esta medida, y la cadena de televisión CNN.

Uno de los últimos en sumarse ha sido JP Morgan. “Si no te van a vacunar, no podrás trabajar en la oficina. Y no te pagaremos por no trabajar en la oficina”, señaló hace unas semanas su director ejecutivo, Jamie Dimon.

Un acción coordinada

Es un escenario, el de los despidos, que no se plantean las grandes compañías en España, aunque algunas sí se proponen penalizar a sus trabajadores para incentivar la inmunización, aunque sin llegar a obligarles, según ha sabido Confidencial Digital por fuentes empresariales y sindicales conocedoras de esos planes.

 

No obstante, en este momento la mayoría de ellas guardan  con celo sus protocolos Covid, mientras negocian discretamente con los comités de empresa en las últimas semanas: ninguna quiere ser la primera en dar un paso de ese estilo y quedar así estigmatizada.

De salir adelante esa política, admiten, se tratará de una medida perfectamente coordinada entre todas.

Descartados despidos y bajadas de sueldo

Por lo pronto, las grandes compañías en España asumen que no se puede despedir, ni es posible penalizar salarialmente a un trabajador por no vacunarse. Esas acciones se considerarían una vulneración de los derechos fundamentales, y en el caso de un despido por ese motivo sería declarado nulo.

Para adoptar una medida de esta magnitud sería necesario que la vacunación fuera obligatoria para toda la ciudadanía. El Estado tendría que justificar de una manera clara, fundada y probada que esa medida es idónea, eficaz, necesaria y proporcional.

Si hubiera despido, eso acarrearía, no solo la readmisión del trabajador y el abono de los salarios que ha dejado de percibir, sino la posibilidad de que la empresa tenga que abonar una indemnización económica por los daños y perjuicios causados.

‘Castigos’ con cambios de puesto y de destino

Otra cosa es la posibilidad que tiene la empresa de cambiar de ubicación, destino o puesto a las personas que no se vacunen, en razón de las circunstancias específicas del trabajo.

Según las fuentes consultadas por ECD, esta medida está ganando fuerza en las mesas de negociación entre empresas y trabajadores: consistiría en modificar las condiciones de trabajo del empleado que no está vacunado, en el sentido de asignarle un cambio puesto con el argumento de que su contacto con terceras personas sea mínimo.

El traslado se argumentaría en que el trabajador no puede prestar servicios a clientes cuando a estos, por ejemplo, se les exige el certificado de vacunación para reuniones, encuentros, congresos u otro tipo de eventos.

Una PCR todas las semanas

Algunas grandes compañías, como Banco Santander, Mediaset y Endesa, ya obligan a sus empleados a presentar una PCR cada cierto tiempo para poder acceder a las instalaciones, si han optado por no informar sobre su estado de inmunización.

Ahora, según fuentes conocedoras de los planes, otras compañías se proponen exigir también esta prueba diagnóstica o un test de antígenos, con periodicidad semanal. Una medida que cuenta con el aval de los sindicatos mayoritarios en casi todas ellas, lo que indica que la norma tiene visos de prosperar en las próximas semanas.

Por el momento, se mantienen a la espera de que se resuelvan las demandas por vulneración de derechos fundamentales, discriminación, atentado a la intimidad y violación de la integridad física, que han presentado varios empleados contra el protocolo que exigen el Santander, Mediaset y Endesa.

Los trabajadores que han promovido estas demandas alegan que se incumple la normativa española sanitaria, laboral y de protección de datos, en la que la vacunación es voluntaria y no se puede pedir a un empleado que dé datos sanitarios ni discriminarle.

Áreas específicas en zonas comunes

La mayoría de empresas ya han establecido protocolos de actuación para que los lugares de trabajo sean lo más seguros posibles. 

La percepción de que las situaciones de crisis pueden volver a suceder, y la necesidad de mayor expectativa de salubridad de los lugares de trabajo, están llevando a las compañías a no relajar las medidas, sin perjuicio de que se tengan que adaptar a cada momento.

Otra de las decisiones que ha comenzado a negociarse entre empresas y sindicatos es habilitar áreas específicas, dentro de las zonas comunes, destinadas a empleados no vacunados, por ejemplo en los comedores de las sedes, para proteger a los que sí están inmunizados y garantizar la actividad operativa de la compañía.

Aplicar las medidas sanitarias preventivas

En la CEOE advierten de que hay sectores donde la inmunidad de la plantilla resulta más importante.

Explican que lo que ya están haciendo muchas empresas, especialmente del ámbito sanitario y en aquellas que consideran que tener trabajadores no vacunados atenta contra su deber de garantizar la seguridad del resto de sus trabajadores y clientes, es recomendar intensamente a sus empleados la vacunación. Pero nunca obligar.

También se va generalizar la aplicación de medidas que las compañías sí tienen a su disposición, y que “han demostrado ser de gran utilidad”, como proporcionar materiales preventivos (gel hidroalcohólico, mascarillas...), posibilitar la realización de pruebas de diagnóstico, asegurar la distancia interpersonal, la ventilación...

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