Sánchez Galán vence la resistencia de los fondos y logra retener todo el poder en Iberdrola

Había movimientos de Qatar, BlackRock y Norges Bank para forzar el nombramiento de un número dos pero les ha convencido tras adelantarles un buen balance de gestión del último año

Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola.

Ignacio Sánchez Galán se ha esforzado para mantener el poder absoluto en Iberdrola. Dos años después de comprometerse a elaborar un plan de sucesión, el presidente no ha concretado todavía su hoja de ruta en este punto, lo que ha movilizado a los fondos de inversión, a los que ha tenido que convencer para garantizarse una junta general tranquila.

Hay que recordar que Iberdrola sometió a la junta de accionistas de 2019 la reelección de Galán como consejero ejecutivo para un mandato de cuatro ejercicios. Así el directivo, que en septiembre cumplirá 71 años, se mantendrá al frente de la compañía hasta 2023.

Celebrada aquella junta general, la eléctrica tenía previsto comenzar a diseñar un calendario para abordar la sucesión del presidente, previsiblemente entre los años 2022 y 2023. El plan de la compañía era empezar a plantear un esquema definido en cuanto a la forma, la hoja de ruta y, sobre todo, la identidad del candidato a la sucesión.

El objetivo era acometer una “transición ordenada”, que cumpla con los más altos estándares de gobierno corporativo y elimine las incertidumbres que crean este tipo de procesos en algunas empresas frente a los inversores y los mercados financieros.

Críticas a la excesiva concentración de poder

Sin embargo, fuentes próximas al consejo de Iberdrola confirman a Confidencial Digital que, dos años después, no hay noticias sobre ese plan de sucesión. Una incertidumbre que ha movilizado a los fondos de inversión presentes en el capital de la primera eléctrica del país. 

Hay que recordar que uno de los asesores más importantes de fondos, ISS, recomendó ya en 2019 rechazar el punto del orden del día que se refería a la continuidad de Galán como presidente y consejero delegado de Iberdrola.

El motivo de la oposición era que ISS tiene como política general votar en contra de la concentración del poder en las compañías que no distinguen entre la figura del ‘chairman’ o presidente no ejecutivo y las del ‘chief operating officer’ o CEO.

Los fondos controlan el 30% del capital

De cara a la junta del próximo viernes, fuentes internas de Iberdrola aseguran a ECD que la ausencia de un ejecutivo distinto a Galán en el puesto de consejero delegado, que pueda actuar de puente en un proceso de transición ordenada, es uno de los puntos que más interesa a los fondos, junto a la investigación a la eléctrica por el ‘caso Villarejo’.

Los fondos de inversión suman cerca del 30% del capital de la compañía. El fondo soberano de Qatar (Qatar Investment Authority) es dueño del 8,71%.

 

Iberdrola también cuenta con la presencia de la mayor gestora del mundo en su accionariado. BlackRock ostenta una participación total del 5,251% en el capital de la empresa, si bien, según la información remitida a la CNMV, la participación directa es del 5,235% y el resto es a través de derivados financieros. 

Tras ella se sitúa el fondo soberano de Noruega, Norges Bank, que cuenta con una participación del 3,117%.

Galán vence la resistencia de los fondos

Fuentes próximas a los fondos presentes en el capital de Iberdrola revelan a Confidencial Digital que Ignacio Sánchez Galán se ha implicado personalmente para vencer las resistencias de Qatar, BlackRock y Norges Bank, que buscaban forzar el nombramiento de un número dos en la compañía en la junta del próximo viernes.

Sin embargo, el presidente de la eléctrica ha aplacado por ahora los movimientos de los fondos, anticipándoles un buen balance de su gestión. Ha puesto en valor que Iberdrola, bajo su presidencia absoluta, ha logrado mantener el tipo durante la crisis del coronavirus. Ha insistido, en contactos privados con las gestoras en los últimos días, que en 2020 descendieron los ingresos, pero el beneficio creció y la deuda bajó.

En el primer trimestre de este ejercicio, el beneficio ha bajado un 19%, aunque ha registrado mayores ingresos y descenso de la deuda. Además, el año pasado Iberdrola se convirtió en la segunda empresa más capitalizada del IBEX, adelantando al Banco Santander y colocándose detrás de Inditex.

Unas cifras que, aseguran en los fondos consultados, han convencido a los ‘proxy advisors’, que son empresas que analizan la gobernanza y propuestas de las compañías cotizadas y asesoran a los grandes inversores sobre cómo votar en las juntas, recayendo la decisión final del voto sobre el propio accionista.

Anunciar el sucesor con un año de antelación

Pese a ganar ahora la batalla a los fondos, fuentes próximas a la cúpula de Iberdrola admiten a ECD que Ignacio Sánchez Galán es consciente de que deberá designar un sucesor en el corto plazo.

El propio Galán apuesta por seguir un esquema de sucesión equivalente al que se aplicó cuando él asumió las riendas de Iberdrola. Un proceso que implicará el nombramiento de un número dos en el plazo máximo de un año, según revelan fuentes del consejo.

Hay que recordar que, tras ejercer cuatro años como consejero delegado, Iberdrola acordó anunciar en 2005 que Galán sería el sucesor de Íñigo de Oriol como presidente. La proclamación se realizó, además, con un año de antelación. Es decir, el cargo fue efectivo a partir de la primera reunión del consejo de administración tras la junta general de accionistas de 2006.

Un “relevo con preaviso” que convence también ahora a Sánchez Galán porque resulta “ordenado, sin sorpresas y elimina incertidumbres”.

Antes de ser nombrado presidente de Iberdrola, además del puesto de consejero delegado, Galán ostentó el puesto de vicepresidente de la eléctrica.

Galán nunca ha contado con un número dos

Ignacio Sánchez Galán no tiene todavía un sucesor claro. El presidente de Iberdrola ha ejercido todos los poderes ejecutivos del grupo, lo que ha generado algunas críticas por parte de algunos inversores institucionales.

Desde que asumió las riendas en 2006, Galán nunca ha contado con un consejero delegado. Lo máximo que ha tenido ha sido un consejero director general, primero en la figura de José Luis Sampedro y ahora en la de Francisco Martínez Córcoles como consejero ejecutivo.

Sánchez Galán considera que esta estructura de gestión es la más idónea y se reforzó en 2018 con el nombramiento de Inés Macho como vicepresidenta, una persona de su máxima confianza, que llegó al consejo de su mano en 2006 y abandonó la compañía el año pasado.

Además, la eléctrica estima que la presencia en el consejo de 10 miembros con carácter independiente, sobre un total de 14, ofrece una garantía total sobre el gobierno corporativo.

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