4B implanta un sistema de alertas antifraude preventivo que está provocando que los cajeros se traguen las tarjetas de crédito sin previo aviso

El sistema preventivo que desde hace años gestiona 4B en colaboración con varios bancos asociados como Santander, ING Direct, Grupo Popular o Guipuzcoano, está dejando a muchos de sus clientes sin tarjeta de crédito, quienes ven como ciertos cajeros ‘se las tragan’ sin previo aviso y “por su seguridad”.

Consulte con su entidad, eso es todo lo que me han dicho”, así resumen varios titulares de tarjetas de crédito emitidas por estas entidades bancarias y que se han visto afectados por este sistema antifraude de 4B.

La situación de estos clientes es la siguiente: utilizan su tarjeta de crédito para pagar en algún establecimiento o restaurante, adquirir un abono de transporte o realizar cualquier operación en un cajero automático cuyo datáfono está bajo sospecha por haber registrado varias operaciones fraudulentas.

Automáticamente, el sistema antifraude ‘marca’ esa tarjeta, de forma que la próxima vez que su dueño la utilice para pagar, el banco emisor rechaz directamente esa operación o, en el caso de realizarse en un cajero automático, la tarjeta ‘desaparece’ dentro del expendedor, sin previo aviso y con una notificación en pantalla instando al titular a contactar con su banco.

Las probabilidades de verse en esta situación aumentan “conforme se acerca el fin de semana”, revelan profesionales con acceso a la gestión de estas redes de cajeros.

No obstante, cabe destacar que el porcentaje de usuarios que han sufrido una duplicación, falsificación o actividades fraudulentas con sus tarjetas es muy bajo comparado con el año pasado. Tal y como concretan especialistas en este tipo de dispositivos de seguridad bancaria, el fraude con tarjeta de crédito se ha reducido cerca de un 45% en los últimos doce meses.

Eso sí, reconocen esas mismas fuentes, desde principios de octubre, se está registrando un incremento en este tipo de incidentes lo que ha llevado a los responsables de seguridad –tanto de bancos y cajas de ahorros, como de las empresas responsables de los cajeros – a endurecer la vigilancia, aumentando también el número de ‘tarjetas tragadas’.

En este sentido, desde 4B matizan en estas páginas que se trata de proteger tanto a usuarios como a las entidades bancarias de una posible clonación o falsificación de la tarjeta.

En la misma línea, fuentes cercanas a los departamentos de seguridad de Visa, 4B o Euro6000 explican que este sistema se basa en un seguimiento en tiempo real de las pistas o rastros que estas tarjetas sospechosas van dejando en cada transacción.

En el mismo momento en el que salta la alarma sobre alguna de estas tarjetas ‘marcadas’, el sistema de forma automática, inmediata y simultánea manda aviso al banco para que contacte al titular legítimo y le explique la situación, mientras que bloquea o retiene la tarjeta de forma preventiva.

 

“Al ser un procedimiento automatizado, casi siempre se bloquea la tarjeta antes de que el banco tenga tiempo de avisar al dueño de la misma”, reconocen desde el sector bancario. Aunque la intención es la mejor, reconocen a ECD varios clientes que han pasado por esta situación, “el problema es que te dejan una semana sin tarjeta, y tal y como están las cosas a muchos nos lo ponen difícil hasta para hacer la compra

Por su parte, expertos en seguridad financiera reconocen que este riesgo de dejar al cliente sin tarjeta durante unos días “se ha valorado con las entidades implicadas y la conclusión unánime es que lo primero es proteger al usuario”.

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