Los auditores de las cajas critican la represalia contra el compañero que inspeccionó Caja Castilla-La Mancha: no quieren un ‘caso Enron’ a la española

Según ha podido saber El Confidencial Digital, el auditor que se negó a firmar las cuentas de Caja Castilla-La Mancha ha sido trasladado de oficina, a una más pequeña, con el objetivo, según estas fuentes, de apartarle un año de todo el “lío” que se ha organizado tras la intervención del Banco de España.

Todo esto ha despertado cierta inquietud entre los compañeros de la compañía de este auditor y entre los trabajadores de las grandes firmas. Aseguran sentir una doble presión: ahora que el Banco de España está ‘mirando con lupa’ todos los procesos de fusión, los auditores se ven ‘agobiados’ para realizar bien su trabajo. Por otro lado, están sometidos, en menor medida, a la presión de los clientes, que piden que las cuentas salgan lo más a su favor posible.

Además, lo enrarecido del ambiente hace que los trabajadores tengan ‘constantemente encima’ a sus jefes, que tratan de evitar por todos los medios que la auditora pueda verse ‘salpicada’ por algún escándalo o perder clientes.

Los altos cargos de las firmas del sector también tienen muy presente estos días el caso de la empresa energética Enron que, debido a una serie de técnicas contables fraudulentas, apoyadas por su empresa auditora Arthur Andersen, cayó en bancarrota y su auditora fue acusada de obstrucción a la justicia. Los directivos de las firmas españolas del sector quieren evitar que pueda repetirse un ‘caso Enron a la española’.