La ley catalana de alquiler que limita el precio como pide Podemos provoca que empeore la calidad de las viviendas

Los expertos detectan que en las zonas con límite de precio han proliferado las casas sin reformar y amueblar porque los baremos tienen solo en cuenta los metros cuadrados

Apartamento de playa en alquiler.
Apartamento de playa en alquiler.

Se cumple un año de la entrada en vigor de la ley catalana del alquiler que limita el precio en ciertas zonas de la comunidad autónoma especialmente presionadas por la demanda de alojamiento.

Entre las medidas que contiene esta norma se encuentra la obligación de congelar o bajar el precio de los alquileres si se detectan zonas con "tensión" residencial en las 60 ciudades catalanas con más de 20.000 habitantes. No obstante, quedan exentos de cumplir con esta obligación los arrendadores "vulnerables", aquellos que ingresen menos de 2.000 euros mensuales.

Los precios se fijan en las zonas tensionadas atendiendo a unos baremos en los que se tienen en cuenta los metros cuadrados del inmueble en cuestión que se quiere alquilar, fijándose un índice de referencia que varía según las zonas. Si los contratos en vigor son menores que el índice máximo sólo podrán actualizarse respecto al IPC.

Tras doce meses de estar en vigor la norma, aparecen las primeras consecuencias. Ferran Font, Director de Estudios y Portavoz en Pisos.com, explica que en el precio "en Cataluña, en las poblaciones tensionadas" se ve como "la evolución es idéntica a como ha sido Madrid capital, sin la ley" y sentencia que en ese aspecto "hay un impacto mínimo". 

Sin embargo, donde sí que ha habido un cambio notable ha sido en la oferta de vivienda. El experto reseña que “se ha producido un ‘efecto rebote’ en el que se ha registrado una caída del 40% de la oferta de alquiler disponible”.  

Caída de la calidad y la oferta

Esto se ha debido a la "inseguridad" generada en el mercado inmobiliario por la aplicación de la norma, que ha hecho que muchos propietarios retiren sus viviendas del mercado del alquiler, e incluso planteen venderlas. 

Otra de las consecuencias de limitar los precios es la caída de la calidad de los inmuebles que se ofrecen para alquilar y que se incurra en gastos más caros para rentabilizar el alquiler. David Caraballo, Director Comercial de Alquiler Seguro, explica a El Confidencial Digital que "las medidas de baremar el alquiler lleva a un cambio de modelo en los propietarios que lo que hace es retener la oferta".

El analista también apunta a que los inquilinos están incluyendo más gastos y "se buscan triquiñuelas para ganar más dinero", como subir costes del teléfono o de la comunidad. Junto a esto, las casas que se ofertan son de peor calidad que hace un año.

"Vale lo mismo en el baremo que esté amueblado o que no y da igual la calle, que sea principal o paralela", reseña el experto; y recuerda que "hasta ahora, como el alquiler responde a una necesidad de la vida del inquilino, se venían ofreciendo pisos amueblados".

 

Caraballo sentencia que "las medias no son nada acertadas, hay que abrir puertas" y resume la situación en que "la regulación no ayuda al cliente final porque no llega la oferta". Las medidas deben incentivar la oferta, piensan los expertos del sector.

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