Los ‘business angels’ están buscando negocios de asesoría medioambiental, renovables y biotecnología para invertir entre 60.000 y 300.000 euros por proyecto

Los ‘business angels’ o inversores particulares están incrementando su presencia en España. Estos ‘ángeles de la guarda’ de los negocios están buscando emprendedores en biotecnología, energías renovables o asesoría medioambiental para invertir una media de entre 60.000 y 300.000 euros por proyecto.

“Se trata más de una cuestión de confianza que de riesgo”, explican así el crecimiento de esta figura alternativa de la inversión fuentes de mercado a El Confidencial Digital. En este sentido, apuntan que cada vez son más los emprendedores y Pymes que acuden a este tipo de inversores antes que a otras entidades bancarias.

Aunque en España es un fenómeno relativamente reciente –la primera red de este tipo surgió en Barcelona en 2002-, se trata de una figura centenaria. Ya en 1920 se empezó a llamar de esta forma a inversores que decidieron arriesgar sus ahorros para salvar los espectáculos de Broadway.

Inversores ángel, ángeles de negocios, inversores providenciales, inversores privados informales, son algunos de los términos con los que se empieza a conocer en España a estos agentes de inversión.

Tal y como apuntan en esta páginas desde la Red Española de Business Angels (ESBAN) no existe un perfil concreto para designar a este capital inversionista, aunque el denominador común es que se trata de particulares, fundamentalmente empresarios, directivos de primer orden, emprendedores que busquen diversificar sus carteras o escuelas de negocios y viveros empresariales.

Fuentes oficiales de Esban comentan que en los últimos meses están registrando un mayor interés por su actividad y subrayan que aunque lo números oficiales recogen la existencia de diez de estas redes en todo el territorio español, en los círculos de emprendedores y Pymes se habla de “más de treinta que se están creando o acaban de empezar a funcionar”.

Se trata, según estas mismas fuentes, de un paso previo al capital riesgo, ya que el volumen medio de desembolso que hacen estos inversionistas se sitúa entre los 60.000 y los 300.00 euros. La cifra ‘más normal’: 20.000 euros por proyecto.

Estas cantidades suponen aproximadamente el 25% de su capital a disposición y van destinados a sociedades con perspectivas de crecimiento rápido que permitan una desinversión a medio plazo, entre 3 y 5 años. A cambio, espera obtener por el dinero aportado una importante ganancia de forma que si la evolución del negocio es favorable vea ampliamente compensado el riego asumido y el tiempo invertido

“Se trata de capital inteligente”, concretan en Esban sobre estos ángeles: quieren invertir en algo que conocen, que les gusta o que les atrae por cercanía geográfica o profesional, puesto que no suelen tener un perfil inversor experto.

Hay otros que se arriesgan más, añaden. En ese último caso, los destinos de sus inversiones suelen financiar proyectos relacionados con las nuevas tecnologías, comunicación o biotecnología.

 

Cataluña es el foco tradicional de este tipo de inversiones en España y, aunque la historia de este movimiento de inversión es muy localizada, se está extendiendo por todos los puntos del mapa español, adelantan desde la ‘red de redes’ nacional. 

Los últimos en subirse a este carro, las escuelas de negocios. Es el caso de la red impulsada por ESADE, o la del IESE, que cuenta con un total de 500.000 euros para invertir y una dedicación de cada uno de sus inversores de 26 horas mensuales.

Cómo conseguir un ángel de los negocios

Respecto a la captación de fondos, los modelos más extendidos son dos:

-- A través de las redes regionales, nacionales o internacionales. Los emprendedores remiten sus proyectos a las entidades locales que ya existen en Cataluña, Madrid, Asturias, Galicia o Málaga. Estas entidades se encargan de analizar la viabilidad de las iniciativas, ayudar a los impulsores a trazar un plan de negocio, etc. Y una vez superados estos trámites, tratan de canalizar las inversiones más adecuadas a ese proyecto concreto.

-- Foros de inversión. Se seleccionan diversos planes de negocio o empresas en ciernes y una vez al año, se muestran éstos a los potenciales inversores, que seleccionan los más adecuados a su experiencia profesional, intereses o afinidad.

En el caso de redes de inversores privados patrocinadas o relacionadas con escuelas de negocios y patronales o asociaciones empresariales, tanto la captación de fondos como los nuevos proyectos suelen provenir de antiguos alumnos o de asociados, en el caso de las entidades de representación.

La mayor parte de la inversión “no se va muy lejos”, puesto que quienes ponen los medios económicos prefieren invertir en su localidad o provincia, donde les es más fácil controlar la evolución y desarrollo del ‘start-up’ en el que participan.

Aspectos como la responsabilidad social, el compromiso con la comunidad, la diversión y la satisfacción de estar involucrados en la puesta en marcha de una empresa también se encuentran entre las motivaciones de los ‘business angels’ a la hora de invertir, según resumen algunos de estos particulares ángeles empresariales.

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