Un millón de trabajadores tardarán dos meses y medio en cobrar el ERTE

Grandes empresas han decidido adelantarles las nóminas futuras aprovechando la liquidez que les han proporcionado los préstamos del ICO

Comparecencia de la ministra Yolanda Díaz y el ministro José Luis Escrivá. La Moncloa, Madrid, jueves 2 de abril de 2020
Comparecencia de la ministra Yolanda Díaz y el ministro José Luis Escrivá. La Moncloa, Madrid, jueves 2 de abril de 2020

Más de un millón de españoles afectados por la crisis económica provocada por el coronavirus afrontan el mes de mayo con una merma considerable de ingresos, debido a un ERTE o al cese de actividad laboral o empresarial. Algunas compañías están adelantando nóminas futuras a sus trabajadores ante el retraso de los pagos del Estado.

Por si esto fuera poco, los afectados también tendrán que esperar ahora en muchos casos hasta junio para poder cobrar el paro y están encontrando dificultades para aplazar el pago de recibos.

Fuera de la nómina de abril

Así pues, fuentes internas del SEPE explican a Confidencial Digital que se han reconocido más de tres millones de prestaciones desde mediados de marzo y se ha logrado “cuadruplicar la velocidad” a través de las aplicaciones informáticas.

Si en marzo se reconocieron más de 600.000, la cifra final en abril se ha situado por encima de los 2,5 millones.

Pese a ello, en el Servicio Público de Empleo calculan que alrededor de un millón de prestaciones por desempleo y por cese de actividad han quedado fuera de la nómina de abril por el retraso en la autorización de suspensiones de empleo temporal y subsidios a autónomos.

Dos meses y medio sin cobrar

El aluvión de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) vinculados a los efectos de la crisis del coronavirus ha provocado el colapso de las Administraciones encargadas de su tramitación.

Por este motivo, el pago a los primeros afectados del paro correspondiente al mes de marzo y abril se verá retrasado en muchos casos hasta principios de junio, en lugar de abonarse antes de la fecha en la que debería efectuarse (el 10 de mayo), según han confirmado a Confidencial Digital fuentes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

La demora en el abono de la prestación puede llegar a ser de hasta dos meses y medio, dependiendo de cuándo se fijara el inicio de la suspensión de empleo, salvo que el banco le conceda un adelanto al cliente en torno al 3 de junio.

En el caso de los trabajadores de la hostelería o el comercio, los ERTE fueron presentados por causa de fuerza mayor y su aplicación podía solicitarse desde al menos el 15 de marzo, cuando el Gobierno ordenó el cierre de estos establecimientos.

 

Para este colectivo numeroso, por tanto, la paga que se viene retrasando sería de hasta dos semanas de paro, correspondientes a los quince días que dejaron de trabajar el mes de marzo.

Desde el SEPE aseguran, sin embargo, que en otros casos la paga que se demora computa tan solo varios días, puesto que el ERTE entró en vigor en las últimas jornadas laborales de marzo, y por lo tanto el quebranto económico es más limitado.

Pero este problema afecta precisamente a los trabajadores incluidos en los ajustes laborales provocados por la pandemia, a quienes se les está denegando el aplazamiento de recibos de luz, agua y gas o las moratorias de hipotecas y alquileres, porque no pueden acreditar todavía su nueva situación laboral ante bancos, propietarios y empresas suministradoras.

“Ha sido imposible llegar a tiempo”

El SEPE, dependiente del Ministerio de Trabajo y Economía Social, cerró el pasado jueves el plazo para ordenar las pagas del mes de abril.

“No ha habido tiempo material para poder hacer la tramitación”, reconoce a  ECD un director provincial del SEPE en una destacada autonomía, quien justifica el problema por la complejidad del proceso y por el alto número de afectados.

Explica que no se trata de un proceso automático, sino que se deben mecanizar los datos caso por caso para analizar y cotejar las diferentes circunstancias cada trabajador (base de cotización, periodo concedido, cargas familiares o salario, entre otras variables).

“Muchos afectados por ERTE no van a poder cobrar en plazo. Ha sido imposible llegar a tiempo porque es un trabajo muy laborioso”, advierten también algunos técnicos del SEPE a nivel estatal.

Adelanto de las nóminas a futuro

Algunas compañías han pactado con sus empleados un adelanto de las nóminas para que puedan contar con liquidez durante estas semanas.

Se adelanta un dinero con cargo a la paga extra o las nóminas a futuro de cuando se reincorpore del ERTE. Es un anticipo para facilitar que el empleado tenga liquidez hasta que reciba la prestación del Estado. En algunos casos, se ha solicitado un préstamo ICO para poder abordar, entre otras cuestiones, estos ingresos por adelantado.

Hay grandes empresas como la fábrica de Volkswagen en Landaben (Navarra) o la constructora francesa Saint Gobain, que han notificado a sus trabajadores el adelanto de la paga extraordinaria de junio para compensar el riesgo de que la nómina de mayo por parte del SEPE no llegue a tiempo.

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