Los pequeños inversores se lanzan a comprar oro ante el descalabro de las bolsas: en el primer trimestre se han movido 470 toneladas

La aversión al riesgo y la desconfianza sobre bienes de consumo disparan la búsqueda de oro entre pequeños inversores: los vendedores alertan de la escasez de monedas antiguas.

Los vaivenes de la Bolsa, la creciente aversión al riesgo y la incertidumbre que generan los bienes de consumo han disparado el interés de los pequeños inversores en el oro, apuntan varios analistas.

“Aunque la aversión al riesgo es generalizada, la gente lo que busca es rentabilidad, y cuanto más sencilla sea la operativa de la inversión, mejor”, resumen varios asesores financieros consultados por El Confidencial Digital.

Desde el parqué londinense coinciden con esta afirmación y explican a ECD que a este rechazo al riesgo se suma la incertidumbre generada por los precios de los bienes de consumo, opción que también descartan “por amplia mayoría los inversores no profesionales”. Lo que sí que gana adeptos es la compra de oro como valor refugio, matizan desde el departamento de Trading de entidades como Morgan Stanley, BBVA, Santander o BNP Paribas.

Hasta hace relativamente poco, el oro, al igual que otros metales y materias primas como cereales o petróleo, quedaba fuera de las carteras de inversión de los pequeños ahorradores”, recuerdan las mismas fuentes.

Tal y como recoge la publicación especializada ‘Gold Investment Digest’, el precio del metal precioso ha alcanzado los 916 dólares la onza en el prime trimestre de 2009, lo que supone un incremento del 5% frente a meses anteriores. “Alza especialmente representativa si la comparamos con la caída del 12% que ha acumulado la Bolsa estadounidense en ese mismo período”, destacan fuentes cercanas al agente de metales preciosos International Metals Group.

Los repuntes de operaciones con ETFs referenciados al oro (títulos listados en mercados de valores, respaldados por una cartera de acciones de las que se deriva su valor y que según resumen los especialistas, suelen seguir la evolución de índices como el Ibex35 o el S&P 500) “han sido constantes en lo que va de año”, de acuerdo con los datos registrados en el mercado londinense de metales, el principal de estos productos.

En concreto, se han movido 469 toneladas de oro en los últimos meses, lo que supone una cifra récord –el trimestre anterior el volumen de operaciones alcanzó las 145 toneladas-.

Pero lo que realmente llama la atención de los veteranos en este Mercado son los informes oficiosos que elaboran los proveedores de monedas y barras de oro y que reflejan el fuerte incremento de la demanda minorista de este metal.

“En el último trimestre de 2008, la búsqueda de estos productos se disparó, aumentando un 396% en relación al mismo período de años anteriores”, concluyen estas fuentes. “Desde enero, los vendedores al por menor han informado continuamente de la escasez de monedas oficiales y lingotes de pequeño tamaño”.

 

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