“No existía la ‘bomba portuguesa’ sobre la banca española”: el efecto de la intervención de Portugal en los bancos no va más allá del 2% de los resultados

“No existía la bomba portuguesa sobre la banca española. El riesgo era mínimo”. Es lo que la patronal bancaria, AEB, transmite, a los pocos días de haberse producido la petición de Portugal de una intervención por parte de la UE.

La explicación de la banca es que el riesgo en balance es escaso: más cerca del 2% que del 3%.

El regulador ha comprobado que el riesgo portugués es escaso y el panorama no resulta explosivo. Sólo seis entidades presentan riesgo limitado: tres tienen participaciones relevantes en bancos locales (Popular, Sabadell y La Caixa) y dos medianos tiene presencia simbólica. Santander y BBVA no sufren exposición relevante.

Lo que  transmiten las entidades es que se miren las cifras. “Ya se tienen descontado y digerido el impacto en balance, con provisiones desde principio de año”, según estas fuentes.

De los cuatro bancos y cajas más grandes, ninguno presenta una exposición más allá del 6,5% de su balance. Se ha publicado el 8 y 10%, cifras inexactas según los medios consultados por El Confidencial Digital.

En el caso de Banco Popular, el más señalado, tiene el riesgo de 6,5%  en balance y además 600 millones de deuda lusa, irrelevante comparado con bancos internacionales. Es activo en banca doméstica, que es menos peligrosa que la corporativa.

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Los expertos que hablaban del problema de la deuda lusa en manos españolas han cambiado el discurso. No es la deuda pública portuguesa, sino el riesgo crediticio al sector público luso y el decrecimiento del PIB portugués, que va entrar en una recesión o crecimiento plano durante un tiempo incierto.

Lo que ahora se subraya es el efecto EFF (Mecanismo de Facilidad Financiera), la caja de resistencia europea para ayudar a los países en dificultades, y el FMI, que van a imponer unas condiciones de ajuste de cuentas públicas que van a frenar el crecimiento económico, poner en dificultades el cobro de créditos y aumentar la morosidad de nuestros bancos en la nación vecina. Eso significa que los bancos españoles tendrán menos actividad y beneficios en el país luso.

Pero los grandes bancos consultados tienen descontado, alguno desde enero, el efecto portugués (no más allá del 2% en resultados). Es una cuenta pro-forma, faltan nueve meses del ejercicio.