Quién elige de verdad al presidente de la CEOE. La decisión la tienen los ‘capos’, un discretísimo club de seis o siete personas, y no los 800 compromisarios

Aunque, en efecto, los que materialmente votan y se hacen la foto son los cientos de compromisarios, es grupo selecto, una especie de ‘Club de Bilderberg’ o cónclave en la sombra tomarán la decisión, según fuentes políticas y  patronales de toda solvencia a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital.

Son un llamado “Consejo”, que almuerza, cena o se reúne, periódicamente “cuando las circunstancias lo demandan”,  y que sugieren, “indican” o “bendicen” elecciones o grandes decisiones de la política patronal.

Su influencia se deriva, no sólo del poder de las empresas y sectores a los que representan, sino más aún de  su  implicación en el sostenimiento económico  (nóminas y gastos de organización) de la gran patronal.

“No mandan pero marcan pautas, sugieren decisiones y líneas de política empresarial, y dibujan perfiles de los candidatos en las grandes elecciones”, explican las fuentes consultadas. De forma que, si los ‘capos’ señalan o vetan a alguien  la ‘sugerencia’ tiene consecuencias inmediatas.

 Aunque no son públicos los nombres  de los ‘capos’, todos de máximo nivel y fácilmente sospechables, se sabe que representan a los sectores patronales influyentes, como la gran distribución (los grandes almacenes), la banca, las constructoras, los seguros, las telecomunicaciones y las tecnologías de la información, la siderometalurgia y el automóvil. O sea en la mesa de los ‘capos’ se sienta la artillería pesada del mundo empresarial.

Gerardo Díaz Ferrán no estaba bien visto por todos los miembros del ‘Club’, pero salió adelante por imposición de Cuevas: fue un golpe de mano del difunto presidente.

De la barretina a Telefónica

Los dos candidatos que primero han anunciado su intención de presentarse a la elección, y que son los que presentan más posibilidades, Joan Rosell y Jesús Banegas, tienen valedores entre  los ‘consillieri’, pero no está claro por quien se van a decantar finalmente.

Rosell sigue suscitando dudas. “Lleva barretina y senyera catalana en la solapa”, se comenta en círculos empresariales, y ha estado muy implicado en la defensa del Estatut de Cataluña. Y sobre Banegas se apunta que  tiene detrás a Telefónica, multinacional por antonomasia, y a toda la poderosa industria teleco y de tecnologías de la información.

Las fuentes consultadas precisan que cualquier comparación del ‘club’ con otros poderes, por ejemplo de tipo mafioso o masónico, está completamente fuera de lugar. “Se trata de una agrupación de poder empresarial, ligada a las relaciones personas y a intereses comunes”.