La próxima campaña de publicidad del ministro Garzón ataca el modelo de compra de ropa en Shein y Primark
Tratará de inculcar en los jóvenes hábitos de consumo sostenibles frente al modelo de “usar, consumir y tirar” productos muy baratos, que perjudica el medio ambiente
El Ministerio de Consumo se lanza a una nueva campaña para tratar de influir en los hábitos de compra de los españoles. Después de las batallas para reducir el consumo de carne, o para no comprar juguetes “sexistas”, el departamento de Alberto Garzón prepara otra iniciativa similar.
Según ha podido comprobar Confidencial Digital, a través de la Secretaría General de Consumo y Juego ha puesto en marcha una licitación para contratar a una empresa especializada la “creatividad, diseño, realización y producción de las diferentes piezas y elementos creativos que se utilizarán en una campaña de concienciación y sensibilización sobre moda sostenible”.
Contra la “ultra fast fashion”
Esta campaña irá dirigida a la población en general, pero prestará especial atención al público joven, ya que “es el que mayor vinculación tiene con los hábitos de compra de la ultra fast fashion”.
Este fenómeno de la “ultra fast fashion” se refiere sobre todo a las plataformas de venta por internet, que ofrecen prendas de no muy buena calidad, pero a muy bajo precio y con descuentos importantes, más aún si se realizan pedidos grupales.
De esta forma, las prendas no duran mucho, por su calidad regular, pero se renuevan con mucha frecuencia en los armarios de las personas que más siguen la moda.
La compañía china Shein se ha convertido en un gigante de venta de ropa barata a clientes de todo el mundo, y recibe críticas por la contaminación y el daño al medio ambiente que este modelo genera.
A otro nivel, Primark, con grandes tiendas con precios muy baratos, mantiene un modelo similar.
Si bien desde la compañía con sede en Irlanda explican que el pasado septiembre lanzaron una estrategia de sostenibilidad para reducir los residuos textiles y recortar a la mitad las emisiones de carbono.
Primark se comprometió a que durante 2022 todas las camisetas de su precio más bajo para hombres, mujeres y niños pasaran a estar fabricadas con algodón de origen sostenible. También anunció que introduciría cambios en los procesos de diseño para garantizar que sus prendas duran más tiempo, y que se pueden reciclar al final de su vida útil para reducir los residuos textiles.
Destaca que casi el 40% de la ropa que vende está fabricada con fibras recicladas o materiales de origen más sostenible, y pretende que en 2030 todos sus productos se fabriquen con fibras recicladas o materiales de origen más sostenible.
Cambio climático y contaminación del agua
El ministerio de Alberto Garzón quiere combatir estos modelos de negocio, pero convenciendo a los consumidores.
“La Agenda 2030 nos interpela a revisar nuestro modelo de producción y consumo para garantizar la sostenibilidad del planeta y la de nuestras propias vidas”, indica en un documento la Secretaría General de Consumo y Juego.
Ese modelo de producción y consumo “en la actualidad sigue excesivamente determinado por las pautas de «usar-consumir-tirar»”, continúa explicando Consumo.
El problema es que “este modelo lineal conlleva un uso intensivo de recursos naturales y crea una elevada presión sobre el medio ambiente, lo que está detrás de las manifestaciones más graves de la crisis ambiental que atravesamos, incluido el cambio climático o la pérdida de biodiversidad”.
Supone “impactos agravados sobre recursos y ecosistemas, elevados volúmenes de residuos, gases de efecto invernadero que acentúan el cambio climático, contaminación de suelos y masas de agua”.
El fenómeno se agrava “por unos hábitos de consumo cada vez más asociados al “consumo rápido”, con tasas de renovación de los bienes que no agotan el ciclo de vida útil del producto, como ocurre, por ejemplo, con la ropa o los dispositivos electrónicos”.
El Ministerio de Consumo se extiende en argumentar que el sistema económico genera impactos ambientales y dependencia del exterior. Y que la industria de la moda genera enormes emisiones de CO2.
Acción de notoriedad y redes sociales
“La promoción de pautas de consumo social y ecológicamente más sostenibles tiene una enorme relevancia para la consecución de un modelo económico y productivo alineado con los principios de la Agenda 2030”, señala el departamento de Garzón.
Para ello considera necesario “empoderar a las personas consumidoras en sus relaciones de consumo, mejorando el conocimiento que tienen sobre la incidencia social y medioambiental de sus decisiones, así como eliminando las situaciones de subordinación, indefensión o desprotección que se puedan generar en estas relaciones”.
La campaña del Ministerio de Consumo incluirá tres ámbitos. En primer lugar, contempla una “acción de notoriedad”, “a través de ideas que tengan un buen performance orgánico en PR [relaciones públicas] y que consiga generar un debate social tanto en medios como en redes sociales”.
Esta acción de notoriedad se plasmará a su vez en un vídeo de campaña, que se elaborará pensando en las redes sociales, y más específicamente, en el formato vertical de los vídeos de Instagram y TikTok.
Se difundirán varias versiones del vídeo en las redes sociales del Ministerio de Consumo, con un hashtag de campaña “que debe perseguir ser tendencia/viral”.
El ministerio se ha propuesto también que este vídeo contra el consumo compulsivo de ropa lo difundan “stakeholders” o personas interesadas, dentro del público objetivo. Incluso se pretende lanzar en plataformas de radio online y streaming.
Toda esta campaña es la que tendrá que diseñar la empresa que gane la licitación de la Secretaría General de Consumo y Juego.
Los objetivos de comunicación de la campaña son cuatro:
-- “Concienciar sobre el impacto que las decisiones de consumo tienen sobre el medio ambiente”.
-- “Informar y concienciar sobre el impacto que tiene la industria de la moda”.
-- “Concienciar y sensibilizar sobre la importancia de incorporar hábitos de consumo responsables y sostenibles en lo relativo al consumo de moda”.
-- “Reforzar la percepción de la importancia del consumo sostenible para la construcción de una sociedad de consumo cada vez más justa, solidaria y responsable. 3. Informe de insuficiencia de medios”.
