La reconversión del sector de la automoción hacia la electrificación pone en riesgo 59.000 millones de euros y 69.000 puestos de trabajo en España

La industria de la automoción es uno de los pilares de la industria española. El 11% del PIB nacional depende directamente de la fabricación de vehículos y de su industria subsidiaria, eso sin contar el volumen de trabajo que aportan a las acerías y a las firmas que suministran maquinaria a las factorías de vehículos.

También, es un sector que ha mostrado una mayor resiliencia frente a la crisis económica producida por el coronavirus. Mientras el sector turístico prevé caídas cercanas al 50% de la actividad turística para 2021, respecto a 2019; la producción de vehículos recuperó la demanda, sólo viéndose lastrada por la falta de suministros, en especial microchips.

Esta fuente de riqueza puede tener los años contados, si no consigue afrontar con éxito una reconversión industrial. La Unión Europea ha puesto coto a los motores de combustión, para 2040 no se venderán más vehículos impulsados por estos ya que se quieren reducir al mínimo las emisiones de gases contaminantes.

La apuesta por la ecología y el medio ambiente llevará a que una industria que genera al año  59.000 millones de euros y que da empleo 69.000 personas de manera directa, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), deba cambiar radicalmente su producción hacia modelos no contaminantes de vehículos, como los eléctricos.

Es precisamente por esta tecnología por la que está apostando España para mantener sus fábricas de automóviles. El coche eléctrico lleva creciendo de manera fulgurante diez años. En 2011 se manufacturaron en España 69 unidades de un único modelo eléctrico en producción, en 2020 salieron de las factorías 140.000 unidades pertenecientes a seis modelos eléctricos y a cinco modelos híbridos enchufables con una producción total de 140.000 unidades, tal y como reflejan las cifras facilitadas por ANFAC.

Apuesta por la electricidad

En 2020, las marcas están aumentando la apuesta por la electricidad. Seat, que actualmente, ofrece vehículos híbridos, va a lanzar un modelo 100% eléctrico. Tras las últimas directrices europeas, la firma española reconoce que ese tipo de coche  "será el futuro de la movilidad".

"Lanzaremos nuestro primer 100% eléctrico bajo la marca CUPRA después de verano. El CUPRA Born. También hemos confirmado un segundo eléctrico en 2024, el CUPRA Tavascán", revelan a El Confidencial Digital desde Seat, y añaden que están "trabajando en un vehículo eléctrico urbano para 2025".

Con ello, esperan, en colaboración con otras marcas, "convertir a España en un hub de movilidad eléctrica". También, se están sumando a la electrificación las empresas dedicadas a la fabricación de piezas para vehículos. Desde Gestamp explican que ya trabajan en la producción de componentes exclusivos para modelos eléctricos como son las cajas para las baterías, la cual es una de las apuestas más importantes del grupo.

Sin embargo, desde ANFAC reconocen que no sólo vale con reorientar la producción, es necesario que se vendan los eléctricos. "Si no conseguimos estimular la demanda es muy difícil apostar por la descarbonización".

La compra de vehículos eléctricos en España supone apenas un 6% de la cuota del mercado en cuanto a matriculaciones y son un 1% del total de la flota española. Con todo, la venta de estos modelos se ha duplicado en los siete primeros meses de 2021 respecto al mismo período de 2020.

Reconversión como oportunidad

Los datos del eléctrico contrastan con los del sector de la automoción en el total de sus ventas. ANFAC denuncia que sus asociados están sufriendo una crisis que viene de la pandemia, la matriculación de vehículos en los seis primeros meses de 2021 es un 33% menor que las de 2019.

Por ello, el sector piensa que la reconversión es una oportunidad y en los mejores casos los ingresos directos del sector alcanzarán un 8% o un 12% más y los empleos directos e indirectos que da el sector se situarán entre entre los 800.000 y un millón y medio.  Los fabricantes señalan que no sólo se empleará a la misma gente, que se deberá de formar en las nuevas tecnologías que llegarán a las fábricas; también llegarán nuevos perfiles a la cadena de montaje. Las nuevas tecnologías van a añadir nuevos perfiles profesionales. por ejemplo, estas requieren ingenieros de datos e informáticos.

"El valor del mercado de los servicios de la automoción y movilidad en España en 2040 estará más o menos en más de 310,000 millones de valor que teniendo en cuenta toda la cadena de valor representa un incremento del 50%", así son para ANFAC los mejores escenarios.

Este crecimiento se deberá, dado el caso, a que "toda la cadena de valor, desde los proveedores hasta las aseguradoras, software o la movilidad a demanda", se verá beneficiado por los cambios que introducirá la electrificación.

Para lograr este escenario, ANFAC reconoce que hay que hacer la transformación "de una manera racional y teniendo en cuenta todos los factores de competitividad" y recuerdan que la reconversión no será algo inmediato y total.

"Los vehículos van a seguir existiendo, más o menos de la misma manera, la parte de ensamblaje será similar y la de los motores cambiará pero seguirán", reconocen portavoces de ANFAC, y lo ejemplifican en que los camiones dedicados a carga pesada no pueden propulsarse con electricidad y mientras no se desarrolle el hidrógeno deberán emplear combustibles fósiles.

Gestamp apoya esta tesis y señala que ellos van a seguir fabricando piezas para coches de combustión ya que "no todos los países prohibirán los vehículos de combustión como la UE" y estos se seguirán fabricando para estos mercados.

Mantener la corona

"El reto es la sostenibilidad y la digitalización, y es necesario mantener los esenciales que nos han traído hasta aquí y que han hecho que España sea el segundo fabricante europeo de vehículos y el octavo del mundo, hay que mantener esa posición", reclaman desde ANFAC.

La patronal valora positivamente el apoyo del Gobierno a la automoción, ya que el primer plan de estímulo fue el de la cadena de valor de la automoción. Desde ANFAC son optimistas y esperan que el cierre de Nissan, que según ellos corresponde a factores concretos de la empresa que esperan que sean únicos,  sirva como piedra de toque para que no vuelva a pasar el cierre de una cadena de producción.