Revolución en la industria del automóvil: solo se fabricarán coches bajo pedido

No habrá vehículos en stock para un suministro inmediato. Las entregas tardarán de 4 a 6 meses

La industria automovilística cambia de estrategia: se acabó el stock y se comienza a fabricar bajo pedido

Los potenciales compradores de coches se están encontrando en España con una situación insólita: no hay coches disponibles para una adquisición inmediata. Las grandes marcas no tienen vehículos disponibles en stock y comunican a los clientes que tendrán que esperar entre cuatro y seis meses para recibir el coche que compren.

Todos los fabricantes han dejado de producir en masa. Un cambio de tendencia que se lleva gestando desde 2008 pero que, según ha podido confirmar Confidencial Digital, ahora ha entrado definitivamente en la realidad del mercado automovilístico. 

Sucede prácticamente con todos los grandes fabricantes, casi sin excepción. Así lo han comprobado compradores que han acudido en las últimas semanas a Volkswagen, Renault, SEAT, Toyota…

La primera explicación que ofrecen las empresas fabricantes es que todo se debe a la falta de suministros. Faltan piezas, como los famosos microchips, pero también ha habido roturas de stock y ausencia de otros componentes básicos, que retrasan el montaje de vehículos.

Pero el desabastecimiento de productos necesarios para continuar la producción, sumado a una inflación desbocada y cambios continuos en las tendencias de consumo, han hecho que este sector haya visto una oportunidad también para renovarse y adaptarse a las nuevas necesidades.

Un cambio de estrategia

Según explican a Confidencial Digital fuentes del sector, lo que ha ocurrido es que los fabricantes han adoptado un cambio de fondo en su estrategia comercial, que es lo que explica estos retrasos. Y es una estrategia que viene para quedarse. Han decidido modificar el modelo de producción y de venta.

En la pandemia se produjo una paralización casi total en la fabricación y venta de coches. La gente no compraba, ante la incertidumbre sobre el futuro, porque no podían salir de casa, etc. Al mismo tiempo por la falta de suministros debido a problemas de transporte, los fabricantes no producían por la falta de microchips y otros elementos.

Se produjo un caos importante, los gobiernos ofrecieron ayudas al sector... Pero hubo más. En esas circunstancias, la industria se dio cuenta de que podían mejorar los márgenes de beneficio copiando la estrategia que se utilizaba para los coches de gama muy alta: acabar con los stocks y pasar a la fabricación previo pedido.

Félix García, director de comunicación y marketing de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), confirma a ECD que todos los fabricantes en España ya producen bajo pedido. “Es una manera de rentabilizar las inversiones, que asegura cubrir los costes de fabricación de cada vehículo”, indica.

 

Se acabaron los stocks

Hasta ahora, la industria del automóvil funcionaba generalmente fabricando con antelación coches de sus principales modelos, principalmente los más vendidos, que enviaban a los concesionarios mientras hacían campañas para incentivar la compra de esos vehículos. De ese modo, el comprador lograba adquirir el vehículo en poco tiempo, porque había unidades disponibles.

En ese proceso, la industria asumía unos costes extra, que son los que ahora se pretenden ahorrar: alquiler de grandes campas para almacenar vehículos todavía sin vender, aplicación de descuentos (con la consiguiente bajada del beneficio) con los coches acumulados y que no iban teniendo salida...

Venta por encargo

Según las fuentes del sector consultadas por ECD, las compañías automovilistas se han puesto de acuerdo en cambiar ese modelo de producción y comercialización. Se acabaron los coches en stock y se pasa a vender por encargo.

A partir de ahora, el cliente va a tener que acostumbrarse a largas esperas desde que adquiere el coche (lo encarga) hasta que lo recibe. Pero el sector piensa que el público se acostumbrará. También porque los compradores ahora exigen coches más personalizados, con accesorios individualizados, ya que, si pagan más, exigen más valor añadido. Y, mientras tanto, los fabricantes aumentan el margen de beneficio.

Fuentes de la industria del automóvil confirman a ECD que el tiempo de espera por un coche oscila en estos momentos entre los 4 y 6 meses. Aquí entra en juego la rapidez del fabricante, la gama del coche, las piezas necesarias para fabricarlo, y su complejidad.

En función de las características del vehículo, el tiempo de espera se alargará más o menos. Desde ANFAC aseguran que depende sobre todo del customizado. Cuantos más componentes se quiera incluir en el vehículo, y más complejos sean éstos de producir, más tiempo tendrá que esperar el cliente. Algo parecido sucede con el color: si se quiere personalizar, se tardará más tiempo en poder adquirirlo.

No obstante, algún fabricante asiático ha visto oportunidad de ganar cuota de mercado fabricando coches con entrega inmediata, para que los compre la gente que los necesita con urgencia. Pero es un caso excepcional, según afirman desde los concesionarios.

Este año no será el de la recuperación

Pese a esta nueva estrategia capaz de rentabilizar costes y asegurar un margen de beneficios razonable a los fabricantes, fuentes del sector admiten a ECD que calculan vender en torno a 800.000 vehículos antes de que acabe el año.

Aseguran que se trata de cifras parecidas a las de los dos últimos años, pero todavía lejos de los niveles de venta prepandemia. En 2019 se adquirieron en España casi un millón y medio de coches. El sector prevé que la recuperación de esta industria no se registre este ejercicio, sino que haya que esperar al menos un año más.

Video del día

Feijóo destaca el “modelo de la concordia” del PP en Cataluña
frente al “modelo rupturista” del resto de partidos catalanes
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato