Rodrigo Rato no será “otro Bárcenas”: no tirará de la manta

Rodrigo Rato lleva varios años sintiendo la indiferencia de la mayoría de los actuales dirigentes del PP. A pesar de que no olvida que han sido sus propios compañeros los que le han enviado al ostracismo público y los que le han dejado solo, el ex vicepresidente económico ha decidido no tirar de la manta. No va a ser “otro Bárcenas”.

Según ha sabido Confidencial Digital por fuentes próximas al ex vicepresidente, Rato ha decidido mostrarse muy prudente en sus declaraciones públicas.

Explica que su planteamiento no va a consistir en ajustar cuentas con nadie. Es la línea que piensa seguir también en la cárcel: estará centrado en la resolución de los problemas judiciales que aún le quedan pendientes.

No quiere ser “otro Bárcenas”

Personas que tienen relación directa con Rodrigo Rato, y que le han escuchado en los últimos días, relatan que el ex presidente de Bankia lo tiene claro: “No quiere convertirse en otro Bárcenas que tire de la manta”, aseguran.

De hecho, estas personas reconocen que uno de los gestos del PP que “más ha dolido a Rato” es que el propio Mariano Rajoy, después de que ambos hayan compartido toda una vida política, le equiparara en público prácticamente con Luis Bárcenas.

El ex presidente del Gobierno se ha referido a Rato en varias ocasiones como “esa persona por la que usted me pregunta”. Hay que recordar que Rajoy daba ese mismo tratamiento a Bárcenas, el ex tesorero encarcelado, al que el PP considera como símbolo de la corrupción, la traición y la deslealtad.

No le compensa ya tirar de la manta

“Rato podría hablar mucho de Rajoy..., de Luis de Guindos y de su etapa en Lehman Brothers, pero no lo va a hacer. No va a entrar a ese juego”, añaden estas fuentes.

En menos de dos meses, el ex ministro de Economía sabe que tendrá que volver a sentarse en el banquillo de los acusados ante un juez de la Audiencia Nacional por la salida a Bolsa de Bankia. También se mantiene abierta una investigación sobre su patrimonio.

Rato considera que “todos aquellos como Bárcenas y Granados, que han tirado de la manta contra el PP, luego no les ha ido bien”. Además, no olvida que toda la manta de la que podría tirar está ya amortizada con Rajoy y De Guindos fuera de la política. “Uno es sólo Registrador de la Propiedad y el otro está en Frankfurt”, explica.

Debe su carrera al Partido Popular

El ex presidente de Bankia valora también que “le debe mucho al PP”. Lo ha sido todo en el partido menos presidente, la carrera en la que perdió precisamente con Rajoy.

En una de sus últimas apariciones públicas, Rodrigo Rato mostró su acreditada capacidad como parlamentario. Precisamente en la comparecencia ante la comisión del Congreso de los Diputados que investiga el caso Bankia.

Aprovechó la oportunidad para cargar contra ministros, singularmente contra Luis de Guindos, y actuales dirigentes del PP y del mundo de la banca. Se mostró desafiante ante los diputados porque comenzaba a tener claro que “ya no tenía nada que perder”. Poco podía hacer ya para evitar la cárcel.

Sopesa escribir sus memorias en la cárcel

Fuentes próximas al ex vicepresidente aseguran a ECD que uno de sus planes es aprovechar su estancia en prisión para comenzar a escribir sus memorias. Una obra que tampoco tiene pensado plantear como un “ajuste de cuentas”, pero con la que tratará de dejar constancia de su versión de los hechos.

Por el momento, no tiene decidido que esas memorias vean la luz al salir de prisión. Pero en su entorno hablan ya de “un libro a lo Mario Conde”. Un trabajo similar al que dio forma el ex presidente de Banesto tras su paso por la cárcel.

En ‘Memorias de un preso’ (2009), el ex banquero relata su relación con el poder, su experiencia en Alcalá-Meco y su versión sobre el caso Banesto y Argentia-Trust.

Se inclina por ingresar en Soto del Real

Rodrigo Rato podrá ingresar en la prisión que elija si se presenta voluntariamente con el mandamiento judicial que lo ordena. La Audiencia Nacional debe citarle en los próximos días y comunicarle un plazo concreto para entrar en la cárcel.

Su primera opción, según algunos de sus allegados, es cumplir la condena de cuatro años y seis meses en la prisión de Soto del Real, a 40 kilómetros de Madrid.

Una de las razones que arguye es que allí se reencontrará con viejos conocidos como el ex presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, o el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas. Tampoco olvida que, a partir de noviembre, deberá acudir a la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares para declarar en el juicio por el caso Bankia.

Le están ayudando la meditación y el yoga

El ex vicepresidente del Gobierno no se encuentra “desanimado ni deprimido”, según personas de su máxima confianza. Pero sí ha comenzado a tomar conciencia del futuro judicial que le espera.

Dado su carácter y temperamento, su entorno ha optado por ayudarle a tomar conciencia de la situación, para que vaya mentalizándose de lo que le espera: un inminente ingreso en la cárcel. “Le va a costar mucho asimilarlo, conociendo cómo es”, comentan.

Rodrigo Rato practica yoga y meditación desde hace años. “Ahora estas técnicas le están ayudando muchísimo a concienciarse”, revelan. No es la primera vez que recurre al yoga. Lleva tiempo acudiendo al estudio de Ramiro Calle, quien ha sido su instructor en esta tradición india, situado en la madrileña calle Goya.

Confiesa que su peor momento será Navidad

En este momento, Rato ya no tiene ninguna posibilidad de evitar la cárcel. Por ello, ha confesado a sus íntimos que está seguro de que su “peor momento” será la próxima Navidad lejos de su familia. También se encuentra expectante por cómo discurrirán sus primeras horas en soledad. Cree que puede quedar “tremendamente impactado” durante el protocolo de ingreso en prisión.

En principio, y según le han advertido sus abogados, no contará con ningún permiso penitenciario hasta el próximo verano. No obstante, una vez cumpla los 70 años el próximo mes de marzo, el ex presidente de Bankia puede reclamar la libertad condicional siempre que se le haya clasificado en tercer grado.