Por qué Sánchez ha fijado marzo para el fin del estado de alarma: pretende resucitar el turismo en Semana Santa

Moncloa tiene datos de que la población estará suficientemente inmunizada y el Gobierno negocia con Europa la apertura de corredores a zonas de baja incidencia del Covid

Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.
Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados.

El Gobierno trabaja con el objetivo de evitar otro colapso del turismo en Semana Santa. La Navidad se da por perdida debido a las duras restricciones. Pero España negocia con la Unión Europea la implantación de medidas más efectivas para frenar los contagios y corredores seguros para conseguir resucitar en primavera la confianza de los turistas en nuestro país.

Pedro Sánchez anunció inicialmente una propuesta para que el estado de alarma se extendiese durante seis meses. Lo hizo durante la comparecencia posterior al Consejo de Ministros del pasado domingo. Sin embargo, esta prolongación tan extraordinaria ha provocado reticencias en los partidos llamados este jueves a apoyar esa prórroga.

Así las cosas, el presidente propuso este miércoles en la sesión de control en el Congreso revisar la situación de la pandemia dentro de cuatro meses en el Consejo Interterritorial de Salud en el que están presentes las autonomías y hasta retirar el decreto de alarma si las cifras y los contagios del virus han mejorado en ese momento.

El presidente respondió así a la pregunta del líder de la oposición, Pablo Casado, en la que le cuestionó por la mala gestión general de la crisis del coronavirus y por no hacer caso a ninguno de los planes alternativos que el PP le ha ofrecido.

Pedro Sánchez busca un apoyo masivo al decreto y la prórroga de la alarma que el Congreso debatirá y debe aprobar este jueves en el pleno y que en principio se alargará seis meses, hasta el 9 de mayo. El resultado de esa votación aún no está asegurado.

Relanzar España en Semana Santa

Pero la propuesta de Sánchez de rebajar ahora a cuatro meses la vigencia del estado de alarma esconde un plan para resucitar el turismo de cara a las próximas vacaciones de Semana Santa, cuando da comienzo tradicionalmente en España la temporada turística.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de los planes del Ejecutivo, el Gobierno se ha marcado como objetivo conseguir a partir de marzo de 2021 la recuperación de un sector que supone más de un 13% del PIB de España.

Fuentes con acceso a La Moncloa revelan que se trabaja con ese horizonte para poder llegar a la Semana Santa del año que viene con el sector en “claras vías de recuperación” y encarar prácticamente el verano a “pleno rendimiento”.

Se tiene en cuenta que España ha perdido este año la temporada turística casi por completo. En agosto, el mes estrella de cada ejercicio, la ocupación hotelera no llegó ni al 45%. Y se trató sobre todo de turismo nacional.

 

El sector turístico ya ha comenzado a asumir que la pésima evolución de la pandemia en el país va a dar la puntilla a la temporada de otoño e invierno, que hace unos meses daba señales de leve recuperación. Por eso, el nuevo horizonte se ha marcado ahora en el comienzo de la temporada alta para el turismo en España.

Población inmunizada en marzo

Según las fuentes consultadas por ECD, el Gobierno ha comenzado a movilizarse a dos niveles distintos para alcanzar ese objetivo de resucitar el turismo la próxima primavera.

Por un lado, Moncloa está negociando a varias bandas, pero especialmente con la Unión Europea y con el Reino Unido, para establecer “corredores seguros” especialmente con las islas, aprobar más controles en origen a los viajeros que vengan a España y establecer criterios comunes más justos para evaluar el riesgo de contagio del coronavirus en cada territorio de Europa.

Por otro, si las primeras vacunas se empiezan a administrar en España en diciembre, como esperan en el Ministerio de Sanidad, el Ejecutivo cuenta con que en marzo ya se habrá podido inmunizar a un porcentaje muy importante de la población. España podrá afrontar entonces la temporada de Semana Santa con cierta seguridad, abriendo de nuevo el país al turista europeo y de gran parte del mundo.

Esa es al menos la hoja de ruta que ha trazado Moncloa para plantear el nuevo estado de alarma, con la última propuesta de revisarlo el 9 de marzo (y no esperar al 9 de mayo). Un levantamiento de las restricciones a muy pocas semanas del comienzo de la temporada turística por la Semana Santa, que en 2021 arranca el 26 de marzo.

Recomendaciones de viaje por regiones

Fuentes del Gobierno explican a Confidencial Digital que uno de los protagonistas clave de este plan es el Ministerio de Asuntos Exteriores, que está negociando con la Unión Europea que se aprueben criterios comunes más claros y homologables para evaluar la incidencia real del coronavirus en cada región europea.

Europa apuesta por lanzar ya recomendaciones de viaje por regiones, no por estados, como reclama Exteriores. De esa forma, se tendrían en cuenta no sólo el número de positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, sino también la cantidad de test PCR realizados en relación con la población y el porcentaje de positividad, y el Ejecutivo considera que España saldrá mejor parada en la comparación.

Corredores a zonas con baja incidencia

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD afirman que, con las recomendaciones de viaje por regiones, España cuenta con enormes posibilidades de que los principales mercados turísticos emisores (Reino Unido y Alemania) flexibilicen sus restricciones de viaje a determinados puntos del país con baja incidencia del virus.

En concreto, el departamento que dirige Arancha González Laya está negociando con Londres y Berlín la apertura de corredores seguros y eliminar la cuarentena a la vuelta a su país desde España –en el caso de Reino Unido- con algunas islas concretas de Baleares que tienen una situación epidemiológica mucho mejor que la media del país.

Se cita el caso de Formentera en Baleares, después de la apertura de Canarias a británicos y alemanes, como el próximo destino que será declarado “seguro” por ambos países.

De esta forma, España espera salvar en alguna medida la temporada de invierno, que es muy importante en Canarias. Confía en recuperar un 60% de su ocupación habitual en diciembre para llegar ya al 80% en marzo, a las puertas de la Semana Santa.

Con el resto de Europa, la apertura podría ser más amplia y por archipiélagos, siempre según su situación epidemiológica en cada momento.

Solo Canarias va a salvar la temporada

El turismo representa en torno a un 35% del PIB de Canarias y los meses que llegan son allí cruciales, ya que concentran un tercio de los ingresos anuales procedentes de los extranjeros que pasan sus vacaciones de invierno en las islas.

El archipiélago canario recibió entre septiembre y diciembre del año pasado 4,46 millones de turistas extranjeros, fundamentalmente británicos (33%) y alemanes (20%), con un gasto conjunto de 5.628 millones de euros, según datos del Gobierno canario.

El sector turístico en su conjunto ve peligrar ahora cerca de 30.000 millones de euros de ingresos al cierre de este ejercicio por la evolución negativa de la pandemia y las restricciones impuestas todavía para viajar a España.

La campaña de Navidad se da por perdida

Mientras tanto, el Gobierno es pesimista en cuanto a la campaña de Navidad pese a las duras medidas que se están tomando en este momento. También las patronales han comenzado a alertar de que la factura de la Navidad saldrá muy cara este año a España si los rebrotes obligan a cerrar más hoteles, comercios o restaurantes. O si se limita mucho más el aforo o la movilidad.

Advierten de que hay en juego más de 10.000 millones de euros. Es el dinero que gastaron el año pasado los 18.692.000 de hogares que hay en el país en tiendas, bares, hoteles o viajes durante el último mes del año, unos días clave para el consumo.

O lo que es lo mismo: cada familia gastó 554 euros en la campaña de Navidad, un 2,4% más que en 2018, según un informe de la consultora Deloitte.

Más del 40% de ese presupuesto se destinó a los regalos. En la Confederación Española del Comercio (CEC) aseguran que “la facturación de muchos comercios en diciembre representa hasta el 60% de todo el año”.

Las previsiones tampoco anticipan que las ventas vayan a remontar de aquí a final de año: el 40% de los españoles prevé reducir el consumo porque cree que la economía empeorará, según el Informe Perspectivas del Consumidor de Kantar que se conoció la semana pasada.

La CEC no cree ni siquiera que las compras por internet o que el Black Friday puedan animar la campaña de invierno.

Con la misma preocupación hablan los propietarios de bares y restaurantes. Diciembre suele ser un buen mes. Las cenas y comidas con familiares, amigos o compañeros de trabajo dejaron el año pasado 3.200 millones en la hostelería, según Deloitte.

O lo que es lo mismo, cada hogar se gastó de media 173 euros. La facturación de muchos locales durante esos días representa el 25% de los ingresos de todo el año.

Tampoco se muestran optimistas los dueños de locales de ocio nocturno, que ingresaron durante las fiestas navideñas del año pasado más de 1.400 millones de euros, pero ahora asumen la imposibilidad de organizar fiestas de fin de año o las celebraciones de empresa.

Existe también una gran incertidumbre en las agencias de viaje, hoteles o estaciones de esquí. Cada vez más españoles se cogen unos días de vacaciones en diciembre para hacer alguna escapada. Los viajes en Navidad han pasado de los 6,8 millones de 2015 a los 9,2 millones de 2018, según el INE, lo que representa un crecimiento de un 36%.

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