Susto en el recibo de la luz por la casa vacía en agosto: 30 euros extra por los electrodomésticos enchufados

El recibo de la luz de este mes de agosto esconde una desagradable sorpresa para más de 10 de millones de españoles. Además de pagar el precio más alto de la historia, los consumidores van a tener que abonar hasta 30 euros extra por los electrodomésticos que hayan dejado enchufados en sus viviendas durante las vacaciones.

Hay que tener en cuenta que, en lo que llevamos de mes, se han batido, una tras otra, las marcas que ya se superaron en julio, llegando este martes al récord absoluto de 111,88 euros en el precio medio del megavatio hora (MWh). El día anterior el listón había quedado en los 106,74 euros.

El incremento se produce en una de las épocas del año de mayor consumo eléctrico en España, en vísperas de una intensa ola de calor.

Susto en el recibo de agosto

Con estos antecedentes, según explican a Confidencial Digital fuentes del sector eléctrico, la factura de la luz volverá a sorprender a casi 10 millones de clientes a la vuelta de las vacaciones.

Esas oscilaciones en el precio afectan a los consumidores acogidos a la tarifa regulada (PVPC), mientras que quedan exentos los que están en el mercado libre -unos 17 millones-, que cuentan con un precio pactado con su compañía.

Un gasto extra de 30 euros

Hasta finales de julio, algunos cálculos de expertos habían estimado un coste adicional de 20 euros en la próxima factura, la correspondiente al mes de agosto, por los electrodomésticos que se hubieran dejado enchufados en las casas vacías durante las vacaciones.

Un gasto extra que viene atribuido al consumo de los electrodomésticos que no se hayan desconectado de la red durante este periodo de ausencia en la residencia habitual.

Ahora, fuentes del sector eléctrico advierten a Confidencial Digital de que ese varapalo económico se aproximará ya a los 30 euros a finales de mes, pese a que la vivienda haya permanecido completamente vacía en las últimas semanas.

Los analistas alertan de que a la escalada de precios hay que sumar este “consumo fantasma” –así lo definen- de neveras, televisores, cargadores, microondas… que serán uno de los principales responsables de que la factura de la luz de agosto se dispare más de lo previsto y se encarezca entre un 10 y un 20%.

Desenchufar aparatos antes de salir

Hay que tener en cuenta que los diferentes aparatos electrodomésticos o cargadores aunque no estén en uso siguen consumiendo energía.

Es decir, mantener el router del WiFi encendido durante casi todo agosto, con los actuales precios desorbitados de la electricidad, va a suponer un añadido de 4 a 8 euros mensuales. Por si fuera poco, dejar la nevera encendida y a pleno rendimiento puede desembocar en hasta un 30% más de consumo en el recibo.

Resulta recomendable, según destacan los expertos, que antes de comenzar las vacaciones los usuarios se aseguren de que el WiFi, la lavadora, los equipos de música, los microondas, algunas lámparas, televisores, ordenadores... queden desconectados, uno por uno, de los enchufes.

La nevera, la que más consume

Resaltan que la nevera es uno de los electrodomésticos que pocos hogares desenchufan antes de iniciar sus vacaciones, pero es de los aparatos que más gastan electricidad. Para evitarlo, aconsejan vaciarla, desconectarla y mantenerla con la puerta abierta.

Si es imposible apagarla por cualquier razón (conservación de productos, etc), la mejor forma de ahorrar es bajar la temperatura de la nevera poniéndola en la posición de menos frío posible. Al no haber nadie en casa que abra la puerta continuamente, los alimentos se conservarán a la perfección.

Sin tregua hasta final de año

El precio de la electricidad en España sigue marcando registros máximos, sin que, por el momento, el Gobierno haya sido capaz de contenerlo. Un escenario que finalmente ha llevado a Moncloa a tirar la toalla y asumir el peor escenario: el recibo de la luz seguirá subiendo al menos hasta final de año.

Fuentes del Gobierno consultadas por ECD vinculan el actual incremento del coste de la luz sobre todo al aumento de la cotización internacional del gas, pero también al encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 en Europa.

Ambos factores se repercuten en el mercado eléctrico por las centrales térmicas de gas, y, al funcionar con un modelo marginalista, todos los agentes que ofrecen sus megavatios hora al mercado acaban cobrando ese coste.

Por si fuera poco, la ola de calor de estos días conlleva un aumento de la demanda de luz para refrigeración, circunstancia que tensiona más el mercado.