Telefónica, El Corte Inglés, Iberdrola... negocian con el Gobierno vacunar a sus plantillas a partir de abril

Suman más de 100.000 empleados y se han ofrecido a comprar las dosis y administrarlas en sus centros de trabajo. Sanidad lo ve bien pero con el permiso de las autonomías

Sede de Telefónica en Las Tablas (Madrid).
Sede de Telefónica en Las Tablas (Madrid).

El proceso de vacunación contra el coronavirus está tropezando con dificultades graves, incluyendo el incumplimiento de los compromisos de suministro de dosis por parte de los laboratorios fabricantes. Una circunstancia que ha llevado a las grandes empresas del país a ponerse a disposición del Gobierno para acelerar la campaña.

Por el momento, casi 2,5 millones de personas han recibido una dosis en España y más de un millón han alcanzado ya la inmunidad.

Vacunar a todo su personal

Sin embargo, la campaña de vacunación frente al Covid-19 marcha mucho más despacio de lo que se preveía, hasta el punto de que los expertos consideran imposible que se cumpla la promesa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando anunció que “para el verano se habrá vacunado el 70% de la población”.

Esa circunstancia está preocupando a amplios sectores sociales, por el mantenimiento del riesgo de contagios, pero especialmente a las grandes compañías del país, con plantillas muy numerosas, que desearían que sus empleados estuvieran vacunados cuanto antes.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras del proceso, varias grandes empresas españolas se han puesto a disposición del Ministerio de Sanidad para poner en marcha su propio proceso de vacunación rápida.

Telefónica, Iberdrola, El Corte Inglés…

El departamento que dirige Carolina Darias no ve mal la propuesta, aunque ha trasladado a las compañías que la organización de la campaña es competencia de las comunidades autónomas y por tanto son ellas las que deben dar el visto bueno.

En las empresas del Ibex reconocen que existe “máxima preocupación”, porque la información que se maneja en los despachos de los altos ejecutivos apunta a que el ritmo de vacunación no está siguiendo la velocidad de las entregas de dosis por falta de recursos humanos.

ECD ha podido confirmar que los presidentes de algunas de estas multinacionales, como es el caso de José María Álvarez-Pallete (Telefónica), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Marta Álvarez (El Corte Inglés), han planteado al Gobierno encargarse ellos de administrar la vacuna a su personal. 

Suman 100.000 empleados 

Hay que tener en cuenta que solo estas tres compañías suma a una importante masa laboral en España que supera las 100.000 personas. El Corte Inglés cuenta con una plantilla de más de 80.000 trabajadores, Telefónica suma casi 20.000 empleados en el país, e Iberdrola alrededor de 10.000.

 

Defienden que la colaboración público-privada entre las Consejerías de Sanidad y las empresas representaría un impulso extraordinario en la vacunación para combatir la crisis sanitaria actual que ha generado el coronavirus, y para cortar rápidamente sus consecuencias económicas y propiciar una vuelta a la normalidad más temprana.

A disposición del Gobierno

En Telefónica y en Iberdrola explican a ECD que están dispuestos a poner al servicio de las administraciones los recursos humanos y técnicos de sus compañías, para tratar de contribuir a que el proceso de vacunación pueda llevarse a cabo en el país de la forma más eficaz y ágil posible.

En El Corte Inglés destacan que los empleados de la cadena realizan una actividad esencial, tal y como ha quedado demostrado durante los momentos más duros de la pandemia, que no se puede parar y explican que en la mayoría de posiciones no se puede teletrabajar, por lo que apuestan por no demorar la vacunación de sus profesionales.

ECD ha podido saber, además, que hay otras grandes empresas y bancos interesados en colaborar, aunque de momento sus movimientos son discretos.

Experiencia en vacunación

La mayoría de estas multinacionales reconocen que tienen experiencia y realizan campañas de vacunación entre sus trabajadores cada año, como ocurre en otoño con el virus de la gripe. Una operación que incluiría ahora la compra de vacunas por su cuenta, el transporte y la administración, cuando haya suministro suficiente para ello.

Dan por hecho que, en los próximos meses, el número de dosis y vacunas disponibles crecerá exponencialmente. “Van a hacer falta todos los recursos disponibles para hacer una vacunación rápida. Y nosotros tenemos recursos que se pueden poner a disposición de todos”, defienden en una gran multinacional del país.

En todo caso, dejan claro que las administraciones son las que deben marcar las pautas. Ahora mismo, estas grandes compañías están trabajando en definir exactamente el protocolo que se debería poner en marcha.

Durante la vacunación masiva

Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD explican que la propuesta está planteada para desplegarla cuando empiece la vacunación masiva de la población, a partir del mes de abril, y con vacunas que sean más fáciles de conservar, que no requieran por ejemplo una temperatura tan baja como la de Pfizer.

Se contempla que, cuando existe stocks de vacunas, y siempre con la supervisión de las autoridades sanitarias, los servicios médicos de las multinacionales colaboren activamente con las Consejerías de Sanidad para vacunar a sus trabajadores. Una iniciativa que se podría extender incluso a los familiares.

No es cuestión de adelantarse a nadie, sino que, una vez que estén inmunizados los grupos de riesgo, mayores y sanitarios, las empresas podamos contribuir a acelerar el proceso de vacunación masiva, y echar una mano al país, como hicimos en los peores momentos de la pandemia comprando mascarillas, test o respiradores”, aclaran.

Lograr antes la inmunidad colectiva

Se produciría entonces, explican, un efecto multiplicador extraordinario en beneficio de toda la sociedad, que a la vez repercutiría en los sectores económicos más afectados. El objetivo fundamental de esta iniciativa es contribuir a conseguir la inmunidad colectiva frente el Covid-19 cuanto antes.

En las grandes compañías consultadas por ECD coinciden también en que Bruselas ve con muy buenos ojos esa implicación del mundo de las empresas en la administración de la vacuna.

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