Varios ministros admiten que ha sido un error el plazo de 30 horas para detener la actividad económica del país

Reconocen que no se tuvo en cuenta la experiencia de Italia, que empleó tres días en paralizar la producción. Consideran una “improvisación” haber tenido que aprobar una moratoria

Consejo de Ministros PSOE-Podemos.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pidió disculpas este lunes por la “tardanza” con la que se publicó el domingo en el Boletín Oficial del Estado (BOE), minutos antes de la medianoche, el real decreto para suspender las actividades no esenciales, en el que se especificaba qué empleados debían de dejar de acudir a sus puestos de trabajo.

Díaz también reconoció que generó “intranquilidad” en algunos sectores. “Soy consciente de que muchos sectores empresariales estaban preocupados por saber hasta dónde y cómo les afectaba la medida y yo desde aquí pido disculpas”, afirmó la ministra en una entrevista en Antena 3. Justificó la tardanza por la dificultad técnica del decreto.

El retraso en el Gobierno provocó el caos

El sábado por la tarde, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un cierre obligatorio de todas las actividades no esenciales desde el lunes 30 de marzo hasta el jueves 9 de abril, ambos inclusive. Esto significaba una paralización de la actividad económica casi total del país con un margen temporal de poco más de 36 horas.

Pese a ello, el presidente no especificó cuáles eran y se encomendó al Consejo de Ministros extraordinario del día siguiente.

El domingo, la reunión del gabinete y la comparecencia posterior de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, tampoco especificaron qué sectores debían parar y cuáles eran considerados esenciales.

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Durante la tarde del domingo no dejaron de filtrarse borradores del real decreto, que el Gobierno no confirmaba. Incluso circuló un listado con las actividades permitidas y las que no, pero nada oficial. Moncloa se limitaba a decir que el real decreto-ley se publicaría en las “próximas horas” en el Boletín Oficial del Estado.

Debió anunciarse con una mayor antelación

Confidencial Digital ha podido escuchar a varios ministros admitir en privado en las últimas horas que la paralización económica debió anunciarse con una mayor antelación. “Nos equivocamos en dar un plazo de 30 horas para detener la actividad no esencial”, reconoce un miembro del Ejecutivo.

En efecto, Pedro Sánchez fue claro en los plazos durante su comparecencia del sábado por la tarde en La Moncloa: “Todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse desde este lunes 30 de marzo hasta el próximo jueves 9 de abril, ambos inclusive”.

Entienden que la decisión ha llegado a empresarios y trabajadores de forma precipitada, en pleno fin de semana. De hecho, el cierre de actividades no esenciales, según explicó el domingo la ministra portavoz, María Jesús Montero, se tomó el propio sábado a raíz de las indicaciones del Comité Técnico de Gestión del coronavirus.

No se tuvo en cuenta la experiencia de Italia

En uno de los ministerios económicos explican a ECD que tampoco se tuvo en cuenta la experiencia de Italia, que había cerrado una semana antes las actividades productivas no esenciales para frenar el coronavirus.

Ante el continuo crecimiento de los contagios en el país que superaban entonces los 46.000 casos y los 5.476 fallecidos, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, compareció el 21 de marzo para decretar una paralización de la actividad económica no esencial, cuando Italia cumplía un mes desde la detección del brote en el norte del país.

Conte, al igual que Pedro Sánchez, eligió un sábado para anunciar una norma para suspender las actividades productivas no esenciales como habían pedido en muchas regiones ante el gran número de personas que aún se movilizaban para ir a trabajar.

En cambio, tras las protestas de los empresarios, el Gobierno italiano dio 72 horas para que el cierre de las fábricas y el resto de actividades fuera efectivo y permitiera, por ejemplo, la distribución de la producción ya realizada. La suspensión paralizó la minería y las obras ya iniciadas entre otros sectores económicos.

Moncloa tuvo que “improvisar” una moratoria

Con todo, varios miembros del Ejecutivo admiten a ECD que el decreto del BOE ha quedado ante la ciudadanía como una “improvisación del Gobierno” al declarar a última hora del domingo una moratoria para que algunas actividades pudiesen paralizarse paulatinamente.

En ciertos sectores, “en los que resulte imposible interrumpir de modo inmediato la actividad, las personas trabajadoras incluidas en el ámbito de este Real Decreto podrán prestar servicios el lunes 30 de marzo de 2020, recoge el texto.

El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha reconocido este lunes que no hubo ningún tipo de “preparación previa” por parte de los técnicos “como ocurre en otros proyectos”.