El veto al petróleo ruso no provocará una subida automática del diésel: dependerá del precio internacional
El coste en el surtidor se fija mediante un contrato entre las gasolineras y las petroleras
La Unión Europea, desde el pasado 5 de febrero, ha vetado a Rusia a la hora de poder importar diésel desde el país del este. Esta medida, que se toma en el marco de las sanciones a Rusia como consecuencia de la guerra de Ucrania, puede afectar enormemente al precio del combustible, pero su efecto no tiene por qué ser inmediato.
La Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) ha declarado a Confidencial Digital que en España “tenemos mucha capacidad de conversión, y sacamos más rendimiento de un barril de crudo. Al final es un activo estratégico, y otros países de la Unión Europea son menos flexibles y mucho más dependientes del gasóleo o del crudo ruso”. Además, la patronal de las petroleras ha recordado que “España es un país en el que se exporta diésel”.
Desde 2009 los países comunitarios han perdido el 20% de su capacidad de refino, pero España es una excepción. En la actualidad el sector nacional cuenta con 9 refinerías, ha invertido en torno a 7.000 millones de euros en los últimos años, y emplea 30 tipos de crudos distintos que provienen de 20 países de origen.
Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES), ha asegurado a ECD que “es muy difícil decir una cifra a la que puede subir el litro de gasóleo. Va a depender, entre otras cosas, de la demanda, de China y de India, o de si viene mucho frío”.
La clave de los contratos
El director general de la patronal de las gasolineras ha recalcado que “aunque en España tenemos el producto garantizado -y en los últimos años se ha invertido y se quiere seguir invirtiendo en refino- los contratos entre las estaciones de servicio y las petroleras (llamados Platts) ligan los precios del combustible a los mercados internacionales. Por lo tanto, si sube mucho la cotización internacional también aumentará el precio para el consumidor”.
Platts es un índice internacional que se actualiza cada día y que mide una serie de bienes estratégicos, entre los que se incluye el combustible. En los contratos Platts, las estaciones de servicio pagan a las petroleras el precio de referencia internacional -al que se le añaden una serie de sumandos- para adquirir gasolina. En consecuencia, aunque España tenga una industria de refino por encima de la media de la Unión Europea, el precio del combustible depende en mayor medida de lo que ocurra en los mercados internacionales.
Rabadán ha explicado que “este sistema se introdujo en España hace una década a través del Real Decreto-Ley 4/2013. Antes entre las estaciones de servicio y las petroleras se daban unos contratos de suministro a los que se añadía una comisión: por ejemplo, si la gasolina la adquiríamos a 1 euro, el litro se vendía a 1,10. Ahora, cada gasolinera fija el precio de venta con libertad. Asimismo, este sistema “ha provocado que también las petroleras hayan tenido márgenes de refino negativos”, ha añadido.
Precios muy volátiles
Desde la AOP han expresado que “en cuanto a la subida de precios, hay tantos factores que es muy difícil adelantar datos. El mercado tiene incertidumbre y es volátil. Con el veto al diésel ruso es verdad que desaparece un distribuidor muy importante, y se puede generar un cuello de botella, pero el propio Gobierno califica el sistema español como único en Europa, y la industria nacional puede utilizar crudos muy distintos”.
De hecho, durante los tres días posteriores a la entrada de la sanción al petróleo ruso el precio del gasóleo ha descendido, aunque no de manera significativa, un total de cerca de 3 céntimos por litro.
El director general de la CEEES ha comentado que “lo único que evitaría que no subieran los precios es una caída de la demanda. Hablando en plata, sería como elegir entre susto o muerte. Muchos expertos y analistas dicen que la espiral alcista llegará en el segundo trimestre del año, pero tampoco se puede saber a ciencia cierta”.
Las gasolineras piden bajar impuestos
Desde la patronal de las estaciones de servicio consideran la medida más eficaz para combatir la inflación en el sector sería reducir la fiscalidad, y en concreto “rebajar el impuesto de hidrocarburos como ha ocurrido en Portugal”. En el país luso el tributo que grava los combustibles se ha establecido por debajo del límite que señala la UE, lo que ha aminorado la presión fiscal de los consumidores.
