Caldera se refugia en matrimonios amigos, frente al mal ambiente que tiene en Béjar

Jesús Caldera no es en estos momentos un personaje demasiado popular en su tierra salmantina, acentuado por el traslado del Archivo de la Guerra. Tampoco en su propia ciudad, Béjar. Por eso, recurre a la compañía de matrimonios amigos, como hizo el pasado sábado. Con su mujer, el ministro de Trabajo estuvo cenando, con otras dos parejas, en el restaurante “La Romana” de Candelario, un pueblo situado a unos 5 kilómetros de Béjar. Caldera pidió, entre otras cosas, un plato de garbanzos. Por cierto que a la salida hubo algunos flases, de cámara fotográfica digital, pese a que era de noche. Los escoltas estaban también en el exterior del restaurante. Al menos esa fue la impresión de algunos transeúntes.

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