A Catalá le preocupa la salud de fiscales y jueces

En menos de un mes, la Justicia ha sufrido la muerte de dos destacados fiscales. Primero falleció el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, de forma inesperada y mientras visitaba a sus colegas argentinos. Después, empeoró gravemente la salud de José María Romero de Tejada, fiscal jefe de Cataluña, que padecía de leucemia, quien a las pocas horas moría. Días después, se ha conocido el ingreso en el Hospital Clínico de la Barcelona del juez que instruye el 1-O, Juan Antonio Ramírez Sunyer. Fue el magistrado que ordenó los registros en las consejerías de la Generalitat que terminaron con la imputación de los Jordis y de Trapero por sedición. De setenta años de edad, el estado de Ramírez Sunyer es grave, y son muchos los compañeros de profesión que le han llamado para interesarse por él. Uno de ellos, el máximo responsable de la Justicia española, el ministro Rafael Catalá. No lograba localizarla porque no atendía el teléfono móvil, debido a su situación, pero finalmente Catalá dio con él y le deseó una pronta recuperación.