A Quim Torra se le olvida el lazo amarillo

Quim Torra, en el Parlament de Cataluña.
Quim Torra, en el Parlament de Cataluña.

Desde que fue designado por Carles Puigdemont para ser presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra dejó claro que iba a protagonizar gestos simbólicos en línea con las reivindicaciones independentistas. Al final, ha tenido que renunciar a “restituir” a consejeros huidos y en prisión provisional. Pero tampoco ha cumplido por el momento otro gesto que anunció: “Colgar un lazo amarillo en la fachada del Palau de la Generalitat”, como forma de expresar la solidaridad con los dirigentes del ‘procés’ fugados y encarcelados. Dos semanas después de que el Parlament invistiera a Torra, la fachada del Palau sigue sin lucir el gran lazo amarillo prometido, que, de hecho, le llegaron a regalar algunos funcionarios. Desde el gabinete de Presidencia de la Generalitat confirman que tampoco se ha colocado en ningún otro punto del Palau, y que no saben si se va a instalar. Lo curioso es que la Generalitat de Quim Torra no luce el lazo amarillo, pero, al otro lado de la Plaza de Sant Jaume, el Ayuntamiento de Barcelona regido por Ada Colau sí tiene en la fachada ese símbolo independentista.


 

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