La abogada de Manos Limpias en el juicio de la infanta se esconde

Virginia López Negrete.

Se había ganado el título de “abogada estrella” en el juicio del caso Nóos. Era, al menos, el calificativo que le habían otorgado a Virginia López Negrete los periodistas que llevan semanas cubriendo en la Audiencia de Palma las declaraciones de los acusados. La letrada de la acusación popular que ejerce Manos Limpias en el caso que juzga, entre otros, a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, siempre se mostraba muy dispuesta a hablar con los medios en los recesos o al final de las sesiones. Con todos y cada uno de ellos si le era posible. Y les buscaba a la salida. No escatimaba participaciones en tertulias televisivas y radiofónicas. Sin embargo, algo ha cambiado en las últimas semanas. Tras destaparse la trama de presuntas extorsiones realizadas por su jefe, Miguel Bernad, y su socio, el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, la abogada se muestra esquiva con los informadores. También en relación a cuestiones sobre el caso Nóos. Abandona apresuradamente las dependencias judiciales y no se detiene a departir con los periodistas. Lo único que ha transmitido a algunos de ellos es que no quiere saber nada del asunto, ni que le pregunten sobre el tema. Y mucho menos que le relacionen con las actividades presuntamente delictivas cometidas por Manos Limpias.




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