Los antidisturbios de los Mossos se asan de calor

Control de las ARRO de los Mossos d'Esquadra.

Las altas temperaturas, los uniformes oscuros, los chalecos antibala y los controles de movilidad por el estado de alarma no son una buena combinación. Es la experiencia de algunos agentes de los Mossos d’Esquadra, sobre todo de las unidades de orden público (antidisturbios) como las Áreas Regionales de Recursos Operativos (ARRO).

Algunos afectados confirman que los controles antiterroristas habituales o de otro tipo suelen durar unos 20 minutos. Varios furgones se instalan en un punto de una carretera o calle, controlan el paso de vehículos durante ese espacio de tiempo, desmontan el control y ponen otro más tarde. Sin embargo, ahora han recibido instrucciones de establecer controles de 45 minutos o una hora en los límites territoriales entre regiones sanitarias de Cataluña. “Y una hora quietos al sol, en el asfalto de la carretera, con todo el equipo encima... al final a alguien le dará una lipotimia”, advierten desde el Sindicat de Mossos d'Esquadra (SME).

Antidisturbios de otros cuerpos apuntan que “controles de más de 20 minutos dejan de ser operativos y cansan al policía”. También algunos independentistas radicales se han fijado en el efecto del calor: “¿Os imagináis ser mosso antidisturbios en pleno julio, a 35º C, con el chaleco, el casco, todo de negro? Puede que tengamos un verano muy divertido”, dejan caer como amenaza de nuevos altercados en los próximos meses.

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