Una embajada española compra chalecos antibala de alta protección balística
La embajada de España en Kabul permanece cerrada tras la vuelta al poder de los talibanes. La legación en Kiev reabrió hace unos meses, tras huir el personal por la invasión rusa. Más allá de estas sedes, hay otras embajadas españolas que viven situaciones complicadas.
Es el caso de la representación diplomática de España en Puerto Príncipe, la capital de Haití. El Ministerio de Asuntos Exteriores compró recientemente tres chalecos de alta protección balística, destinados a esa embajada.
Haití, y especialmente su capital, lleva un año envuelta en el caos con el asesinato del propio presidente Jovenel Moïse. Bandas criminales han tomado las calles y se enfrentan en tiroteos diarios. La escasez de alimentos y de combustible impide a miles de haitianos una subsistencia mínima y provoca disturbios. La inseguridad es considerable, y por eso ya en diciembre la Policía Nacional mandó un grupo de seis agentes del GEO para aumentar la protección de la embajada.
