Los esfuerzos de la guardia pretoriana de Esperanza Aguirre para evitar otra ‘escena del beso’ con Gallardón

Ocurrió el viernes por la tarde, en plena Convención ‘popular’. La presidenta de la Comunidad de Madrid alteró su recorrido y, de modo instantáneo, miembros de su delegación, constituida en parte por consejeros de su Gobierno, se dieron cuenta de la cercanía entre Aguirre y Gallardón. La proximidad era tal que iban a coincidir, y había riesgo de tener que repetir otra vez a la fuerza la “escena del beso”, para alegría de la prensa. Por eso, la guardia pretoriana de Aguirre actuó con rapidez y formó una auténtica pared humana entre la presidenta y el alcalde. No hubo encuentro ni besos.

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