El lío en BBVA por las 6.000 huellas dactilares

Francisco González, presidente de BBVA.

BBVA ha instalado recientemente un innovador sistema de control de directivos y empleados por sus huellas dactilares en el acceso a su nueva sede de Las Tablas, al norte de Madrid. Pero su adaptación al nuevo mecanismo no ha sido un camino de rosas para los más de 6.000 trabajadores del grupo. Todos los empleados y directivos, incluidos los que todavía permanecen en la torre Azca de la Castellana, han tenido que pasar en las últimas semanas por el departamento de Recursos Humanos para dejar plasmada su huella que les permitirá identificarse a partir de ahora a la entrada y salida de la sede sin necesidad de tarjeta. 


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