Hasta dónde llega Artur Mas en su afán de recortar gastos en la Generalitat

La Generalitat de Cataluña admitió ayer que no hay liquidez para efectuar los pagos de julio a las entidades sociales con las que la administración tiene plazas concertadas, como geriátricos, residencias de discapacitados y entidades de atención a enfermos mentales. Pero lo más dramático es que no sabe cuando se podrá efectuar el pago de la cantidad de julio que ahora no se ingresará. En esta situación límite, circula entre la clase política catalana un gesto de Artur Mas que muestra su esfuerzo por reducir gastos. Tras el encuentro con sus consejeros la semana pasada, en el que se decidió solicitar el rescate al Estado, el presidente de la Generalitat fue apagando, una a una, las luces de la sala en la que se reunieron, y también las de los pasillos del Parlamento por los que fue transitando.

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