María Jesús Montero, médico de guardia
Bien entrado ya el mes de agosto, Pedro Sánchez ha iniciado sus vacaciones estivales. Desde el viernes pasado se encuentra en el Palacio de las Marismillas (Huelva) junto a su familia. Un ejemplo que va a seguir buena parte de los ministros, que no se dejarán ver por Madrid. Hay un par de excepciones: los titulares de Fomento y Hacienda, José Luis Ábalos y María Jesús Montero.
Ábalos ha tenido que comparecer varias veces ante los medios con motivo de la petición del barco de rescate Open Arms de atracar en puerto español con 151 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo a bordo. Es sólo una mínima parte de los asuntos que ha tenido que atender Montero estos días. La ministra ha sido la cara visible del Gobierno durante esta semana, cuando la actividad gubernamental está bajo mínimos. Ha sido la que ha comparecido para rebatir los indicadores económicos negativos, para explicar la orden de Justicia a la Fiscalía para que investigue a las agencias de vientres de alquiler y para tratar de reconvenir a los tripulantes del Open Arms. También tuvo tiempo de recriminar a Unidas Podemos que no diera su apoyo el PSOE en la investidura fallida de hace dos semanas. En definitiva, que Montero está ejerciendo como una auténtica “médico de guardia”, tal y como están comentando diputados y dirigentes políticos sobre la ministra, que efectivamente, es médico de profesión, licenciada por la Universidad de Sevilla.
