¿Alguien quiere implicar a Bono en los vuelos de la CIA?
Aunque aparentemente la información apuntaba contra José María Aznar, puesto que los titulares de El País insistían en que, siendo presidente del Gobierno, conoció con antelación que iban a producirse, sin embargo las revelaciones sobre los vuelos de la CIA que pasaron por España empiezan a alcanzar a otros personajes. Por ejemplo, José Bono.
Y esta circunstancia está empezando a plantear preguntas. Una de ellas, si hay guerras internas en el PSOE, y más en concreto si alguien está dispuesto a ir a por el ahora presidente del Congreso. A pesar de que él mismo ha declarado que “no sabe nada” de los vuelos.
Tal como destacaba la cadena SER, uno de los cargos militares que, según la documentación revelada, conocía los vuelos ilegales era el almirante Francisco José Torrente. Entonces jefe de Estado Mayor de la Armada, de quien por tanto dependía la base de Rota, era uno de los pocos cargos a los que Defensa debía comunicar el pacto secreto con los americanos.
Cuando se produjo el cambio de Gobierno, en 2004, Bono lo convirtió en su más estrecho colaborador. Lo nombró secretario general de Política de Defensa, el mismo cargo que en la etapa de Trillo había gestionado ese pacto sobre vuelos de la CIA, y con rango de secretario de Estado. De esa forma, fue el primer miembro de la cúpula militar que ascendía a un puesto de mayor responsabilidad, además de ser el único de la junta de jefes de Estado Mayor de Trillo que no fue cesado.
Defensa se niega a concretar si una copia de los documentos sobre el pacto que redactó Exteriores se encuentran o no en los archivos de la Secretaría General de política de Defensa.
Actualmente retirado, el almirante Torrente es directivo de la empresa Explosivos Alaveses (Expal), y colabora con la ministra Chacón en su proyecto estrella: la destrucción de bombas de racimo.
