“Bono tiene un ego enorme”. El enfado del presidente del Senado, Javier Rojo, porque le dejó fuera en el acto del 23-F

Dos prohombres socialistas, veteranos y con mando en plaza, han tenido esta semana momentos de tensión a cuenta del acto que conmemoraba el trigésimo aniversario del golpe de Estado de Tejero. Se trata de José Bono y de Javier Rojo, presidentes, respectivamente, del Congreso y del Senado.

Bono y su equipo llevaban organizando el acto varias semanas. Poco a poco fueron remitiendo invitaciones a diversas personalidades, tanto contemporáneas, como las del año 1981. Pero no se ‘acordaron’ de un alto cargo del Estado: el presidente del Senado.

Le cuentan a El Chivato que este ‘olvido’ ha molestado mucho a Javier Rojo, quien lo ha dejado ver de manera ostensible. El presidente de la Cámara Alta ha comentado en su entorno que no entiende por qué no se le curso invitación, tal y como él hace con José Bono cuando algún acto de relevancia se celebra en el Palacio del Senado.

Rojo considera que el Senado forma parte de las Cortes Generales y que, por tanto, su presidente debería haber estado entre los invitados.

La explicación que repite el presidente Rojo a quienes han hablado con él es que Bono tiene un ego enorme, y que quiso ser él el “rey del mambo” del acto.

Añade Rojo que, en realidad, aquello no fue un acto en homenaje al fallido golpe de estado, sino “un acto en homenaje a José Bono”.

 

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