Cierre de la parroquia San Carlos Borromeo: se falló en no haber dado antes la información

El cierre de la parroquia madrileña de San Carlos Borromeo, para transformarla en un centro de Cáritas, debido a las irregularidades litúrgicas y catequéticas que se habían ido produciendo desde hace tiempo, fue una decisión adoptada en el Consejo Presbiteral por unanimidad, según le cuentan a El Chivato.

El Chivato escucha en ámbitos eclesiásticos madrileños la queja de que este asunto, que se ha llevado con prudencia y todas las garantías, haya acabado finalmente en los periódicos de una forma bastante “escandalosa”, cuando se podía haber evitado en gran medida si la primera información hubiera partido desde instancias oficiales.

Según ese análisis, al saltar la noticia a los diarios, ahora el Arzobispado se encuentra en una posición a la defensiva, es decir, teniendo que explicarse y argumentar respuestas, cuando la situación hubiera sido muy distinta si la primera información hubiera partido de ámbitos eclesiales.

En esas mismas fuentes se cuenta que esa parroquia tenía mucho más actividad de tipo asistencial que propiamente de culto. “Casi no era un parroquia, era más bien una ONG”, comentan. Se celebraban misa de paisano y sin seguir la liturgia, pero lo cierto es que tampoco había tantas misas.

De hecho, dada la inclinación del cura Enrique Castro hacia esas tareas asistenciales, se les ha propuesto que trabajen en el centro de Cáritas que se va a abrir.