Defensa no quiso enseñarle al príncipe Felipe el despacho del general Moscardó durante la inauguración del Museo del Ejército

El príncipe Felipe decidió vestir con el uniforme militar, como teniente coronel de Infantería del Ejército de Tierra, en su desplazamiento a Toledo para presidir la inauguración del nuevo Museo del Ejército, ubicado en el Alcázar.

Acompañado por la ministra de Defensa, Carme Chacón, realizó una breve visita por las principales salas de la exposición que, a través de más de 10.000 metros de superficie, pretende reflejar la historia de España a través de la vida de sus ejércitos.

Hasta el cambio de uso del edificio, para destinarlo a museo, uno de los principales atractivos del inmueble era el despacho que utilizó el general Moscardó, el defensor del Alcázar durante el asedio, y donde se produjo la famosa conversación con su hijo antes de que fuera fusilado por los republicanos.

Le cuentan a El Chivato que Defensa no incluyó el despacho de Moscardó en la visita del príncipe. Uno de los motivos que dio la organización es que la sala “no se encontraba en el itinerario previsto”. Y otro, razones de seguridad. Afirman desde el ministerio que se trata de una habitación con una única entrada y salida, y que se desestimó la visita por “razones de seguridad”, así como de espacio y de comodidad, dada la nutrida delegación que acompañaba al heredero.

Otro de los atractivos del Alcázar era poder escuchar la recreación de las conversaciones telefónicas entre el general Moscardó y los captores de su hijo Luis, tal como constaban en el diario de actuaciones del Alcázar. Le cuentan a El Chivato que, si en la sede anterior los asistentes podían oír esa grabación, a partir de ahora los visitantes sólo podrán leer una transcripción por escrito.

Vídeo del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero