La embajada de España ante la UNESCO espera a la mujer de Álvaro Nadal

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Lizaranzu toma posesión como directora general.

El mensaje ha circulado, alto y claro, en ministerios, ayuntamientos y diputaciones: las elecciones autonómicas y municipales de mayo y las generales de finales de año van a suponer un duro varapalo para el PP, que afectará a cargos electos y a personal contratado. Y para muchos ha comenzado ya la búsqueda de un lugar donde reubicarse.

Tal y cómo se contó en ECD, concejales, jefes de gabinete, asesores, directores de comunicación... han comenzado a moverse ante un previsible debacle electoral. Al mismo tiempo, se avecina una oleada de cambios en embajadas, oficinas económicas en el exterior...

Uno de los nombres que El Chivato ha escuchado en ámbitos diplomáticos es el de María Teresa Lizaranzu, esposa del director de la Oficina Económica de La Moncloa, Álvaro Nadal.

La sitúan ya en puestos de salida del ministerio de Educación y Cultura, con destino a la Delegación Permanente de España ante la UNESCO con sede en París, como embajadora.

Lizaranzu fue nombrada a principios de legislatura directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, dependiente de la Secretaría de Estado de Cultura. Asumió también, dos meses después, la presidencia de la sociedad estatal Acción Cultural Española.

Es licenciada en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid e ingresó en la Carrera Diplomática en 1997. Tiene una destacada trayectoria: ha estado destinada en la Embajada de España en Helsinki, ha sido cónsul general adjunta en Jerusalén, jefa adjunta del gabinete técnico del subsecretario de Asuntos Exteriores, y subdirectora general adjunta de Oriente Próximo.

 

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