Fátima Báñez está convencida de que la huelga general no le va a desgastar políticamente

El PSOE y los dos grandes sindicatos, UGT y CCOO, están llamando a los ciudadanos a una “gran movilización” en la huelga general del día 29. El objetivo es que sea más multitudinaria que la de junio de 2002, la última que se hizo a un Gobierno del PP, y que causó una gran crisis interna dentro del Ejecutivo de Aznar.

Sin embargo, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, se muestra tranquila. Está convencida de que el paro programado para el 29-M no le va a pasar factura a ella políticamente.

Le cuentan a El Chivato que, desde que se aprobó en el Congreso la reforma laboral impulsada, está recibiendo “felicitaciones diarias a través de llamadas telefónicas, y lo mismo ha ocurrido en las reuniones mantenidas con empresarios”.

En concreto, Báñez ha escuchado elogios a su “valentía” a la hora de impulsar medidas impopulares, como el abaratamiento del despido, pero necesarias para “desahogar a las empresas y facilitar la contratación”.

La ministra comenta que está “segura de que la gente ha comprendido la necesidad de esta reforma” y que los ciudadanos siguen confiando en el Gobierno, por lo que la huelga general no tendrá el apoyo masivo que esperan los sindicatos y el PSOE

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