Ha muerto un testigo clave del GAL, el confidente que filtró a Pedro J. Ramírez la muerte de Lasa y Zabala

Pedro Luis Miguéliz, alias ‘Txofo’, era un ciudadano con residencia en el barrio del Antiguo, en San Sebastián, y en los años 80 se dedicaba al contrabando de tabaco. En 1993, ETA asesinó a su jefe y fue entonces cuando decidió acercase a la Guardia Civil para colaborar con el cuerpo en la lucha contra la banda terrorista.

Entabló contacto con dos mandos del cuartel de Intxaurrondo, Felipe Bayo y Enrique Dorado, que acabaron siendo los guardias civiles que más tiempo permanecerían en prisión por el caso GAL, y quienes, según ‘Txofo’, le contaron todo lo sucedido con Lasa y Zabala: desde su secuestro, hasta su enterramiento en cal viva en Alicante.

Pero, a su vez, ‘Txofo’ estableció relaciones con Diario 16 y El Mundo. Comunicó al Gobierno que su silencio valía 100 millones de pesetas y, al no recibir respuesta afirmativa, ofreció a Pedro J. Ramírez información exclusiva sobre la muerte de Lasa y Zabala y la implicación del general Enrique Rodríguez Galindo en la trama.

Él fue quien acusó de los asesinatos a los guardias civiles de Intxaurrondo. Desde entonces, pasó a ser testigo protegido. Más tarde se desencadenó el juicio y las condenas a los altos mandos del cuartel donostiarra.

Con 50 años, ‘Txofo’ falleció hace una semana, en San Sebastián, aparentemente por causas naturales. Su muerte se ha producido cuando el caso GAL ha vuelto a la actualidad tras por las recientes declaraciones de Felipe González afirmando que tuvo la oportunidad de volar a la cúpula de ETA y que decidió no hacerlo.

 

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