El PSOE ha pedido a Eguiguren que mantenga la boca cerrada y no hable de ETA
Desde hace semanas, la voz de Jesús Eguiguren parece haberse apagado. El socialista no ha efectuado apenas ninguna declaración durante la campaña electoral, algo nada habitual para el presidente de un partido que se jugaba en la jornada de ayer importantes ayuntamientos en el País Vasco.
La única aparición pública que ha tenido fue un pequeño encuentro con simpatizantes en Soraluze (Guipúzcoa), donde repartió unas rosas y dijo que los buenos resultados del PSE en las urnas servirían para “consolidar la paz” y hacer “irreversible” el proceso de pacificación en Euskadi.
El silencio de Eguiguren no es casual. Todo lo contrario: es obligado. Le cuentan a El Chivato que desde la dirección de su partido le habían pedido que mantuviera “la boca cerrada” durante los días previos a las elecciones.
Varios medios de comunicación que habían solicitado al equipo de prensa del PSE entrevistas con Eguiguren y todos los periodistas recibieron la misma respuesta: petición rechazada.
La orden es que Eguiguren esté callado y no intervenga. Entre los socialistas hay preocupación por que se produzca lo que ya ha pasado otras veces: que sus optimistas palabras sobre el final de ETA sirvan para alimentar especulaciones y perjudicar al partido. “Cada vez que habla sube el pan”, explican fuentes socialistas.
El presidente del PSE sí ha estado en algunos actos electorales, acompañando a candidatos del partido. Sin embargo, no ha hablado con ningún periodista en público.
