Presiones extremas y amenazas a ministros desde despachos del CNI para bloquear la reforma del Centro

El Gobierno tenía previsto aprobar en el pasado consejo de Ministros una reforma del régimen interno del Centro Nacional de Inteligencia. La reforma finalmente no se realizó.

Fuentes gubernamentales confiesan a El Chivato que el texto estaba preparado para su aprobación, y que finalmente la iniciativa quedó abortada por “presiones extremas” de algunos funcionarios de los servicios de inteligencia.

Esas voces hablan incluso de “amenazas” procedentes de despachos del Centro Nacional de Inteligencia, donde la noticia de que el Gobierno saliente quería cambiar las normas internas de ascensos y jubilaciones había caído como una bomba.

Se criticaba, entre otras cosas, que el Gobierno quisiera “meter mano” en una institución tan delicada para la seguridad nacional como el CNI justo antes de abandonar el poder.

Otras fuentes militares, conocedoras de las presiones ejercidas desde el Centro a raíz del proyecto de reforma, aseguran que las conversaciones mantenidas entre los despachos del servicio secreto y algunos miembros del Gobierno socialista fueron “muy subidas de tono”.

Por su parte, un portavoz del Centro Nacional de Inteligencia ha negado conocer la existencia de presiones y amenazas para bloquear la reforma de su Estatuto. Y ha añadido que el CNI “puede manifestar su opinión sobre las normas que le afectan, pero siempre desde el máximo respeto institucional y a través de los canales adecuados”.

 

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