Slim rechazó el avión privado de Florentino y el palco del Bernabéu
Carlos Slim llegó el viernes a Asturias, en un vuelo desde México D.F. con escala en París, para presenciar en vivo el partido de promoción de ascenso del Real Oviedo, equipo del que se convirtió en máximo accionista en 2012.
El magnate mexicano tiene previsto pasar diez días en España, e incluso asistir en Cádiz al partido de vuelta del equipo asturiano. Un periodo de tiempo en el que muchos empresarios españoles han solicitado citas para verle, e incluso ha recibido ofrecimientos de todo tipo.
Uno de esos ofrecimientos, según le cuentan a El Chivato, llegó del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, quien ofreció a Slim y a su familia –ha viajado a España con su hija, yerno y nietos- un sitio en el palco del Santiago Bernabéu para ver el partido entre el Real Madrid y el Getafe del pasado sábado.
La propuesta incluía el envío de un jet privado del presidente del Real Madrid al aeropuerto de Ranón (Asturias). El resto de la familia Slim aceptó la invitación de Florentino Pérez, pero no así el empresario mexicano, que optó por un plan más ‘tranquilo’.
El cuarto hombre más rico del mundo, según la revista Forbes, prefirió comer en las faldas del monte Naranco –que rodea la capital asturiana-, en el restaurante Casa Lobato. Un lugar apartado del bullicio y con vistas a las montañas, en el que sus platos estrella son el pixín negro asado en caviar de oricios, bogavante del Cantábrico y el tronco de rabo de toro confitado con trufas de temporada.
Posteriormente, Slim realizó una visita al hotel donde se encontraban concentrados los futbolistas del Real Oviedo para desearles suerte en el partido.
