Sorpresa: Miguel Martín, presidente de la AEB, dice que lamentaría la desaparición de las cajas
El saneamiento del sector financiero no deja de deparar sospechas, y las cosas no son como parecen
Ahora resulta que la patronal bancaria está preocupada por la posible desaparición de las cajas de ahorro. Por sorprendente que parezca, así se expresó ayer el presidente de la AEB, Miguel Martin, en un foro periodístico, sin que nadie le metiera los dedos en la boca para que fuera sincero.
Martin ha pasado varias fases críticas, y se ha despachado a gusto desde que estalló la crisis financiera mundial, pero nunca había expresado sentimientos de solidaridad o admiración por las cajas. Es más, se le ha supuesto siempre una animadversión hacia esas entidades.
La prudencia, buen sentido y comprensión que mostró ayer hacia las cajas se presta a todo tipo de interpretaciones. Desde la de que la crisis va a dejar a las cajas en estado calamitoso y una existencia sólo testimonial, con lo cual el trabajo sucio lo ha hecho la propia crisis eliminando a un competidor; hasta la de que las cajas realmente hacen un trabajo financiero y social digno de ser salvado.
Muchos desconocen que, estando en el Banco de España, donde fue subgobernador, Martín se ocupaba de las cajas, las valoraba y las tuteló, previsiblemente para preservarlas, en cumplimiento de sus obligaciones como autoridad monetaria.
Lo que no se sabe es si Martin era ayer el supervisor bondadoso de las cajas, o el jefe de los banqueros que lamenta la próxima defunción de unos competidores.
Martin afirmó que los bancos no se quieren quedar con las cajas de ahorro, y deslizó una afirmación que se presta a todo tipo de interpretaciones: “Si a nadie (inversores) le interesan las cajas, si nadie quisiera comprar las cajas, sería una pésima señal”.
Como es sabido las cajas, que suponen el 40% del sistema financiero español (han bajado desde el 50% por la crisis), tienen un reto muy duro por delante: o se sanean y capitalizan en los mercados con nuevos inversores, cosa difícil y complicada, o son nacionalizadas por el Banco de España, total o parcialmente a partir de septiembre.
