Unió y Convergencia, carreras por los pasillos del Congreso

El pasado 24 de junio, y una vez confirmada la ruptura de CiU en Cataluña, el grupo parlamentario de esta coalición en el Congreso celebró una reunión para decidir qué postura adoptar de aquí a las generales. La decisión de los 16 diputados fue crear dos subgrupos, uno de Unió y otro de Convergencia y “convivir” hasta la disolución de las Cortes.

Sin embargo, la ‘convivencia’ no está siendo tan pacífica. Al contrario, según le cuentan a El Chivato, el divorcio está teniendo consecuencias incluso en el día a día.

Para empezar, cada partido cuenta ya con responsables de prensa diferentes, y los dos trabajan de forma autónoma en la preparación de preguntas de cara a las próximas sesiones de control y en la tramitación de iniciativas parlamentarias.

Por ejemplo, Convergencia se ha adelantado a Unió en la presentación de una proposición no de ley para mejorar la situación laboral de los autónomos. Una iniciativa que lideraba Carles Campuzano cuando aún existía CiU y que ahora, como portavoz adjunto de CDC, ha presentado en la Cámara.

Unió se la ha devuelto a los antiguos socios, anunciando antes que Convergencia su apoyo al recurso ante el Tribunal Constitucional de la prisión permanente revisable: UDC lo confirmó públicamente el viernes, mientras que CDC no lo hizo hasta última hora de la mañana del lunes.

Así las cosas, en los pasillos del Congreso ya se habla de las “carreras” entre los diputados de Unió y de Convergencia por ser los primeros en anunciar medidas que habían cerrado cuando aún pertenecían al grupo parlamentario de CiU.

Unas carreras que, a juicio de los diputados, se recrudecerán a medida que se acerquen las elecciones catalanas del 27-S: “Son los primeros comicios en los que se presentan separados y trasladarán esa guerra a la Cámara”.