La alusión de Zapatero a que la prioridad van a ser las pensiones lanza el nombre de Octavio Granado para sucesor de Corbacho
El nombre de Octavio Granado, actual secretario de Estado de la Seguridad Social, cobra cada vez más fuerza como posible sustituto de Celestino Corbacho al frente de la cartera de Trabajo. Le cuentan a El Chivato que el hecho de que Zapatero haya proclamado que, una vez pasada la huelga general, la prioridad política va a ser la reforma de las pensiones, ha provocado que todas las miradas se vuelvan a él de nuevo y con más atención.
Dado su perfil, se le considera la persona adecuada en estos momentos, teniendo en cuenta que el calendario del Gobierno es contar antes de fin de año con el documento de la comisión del Pacto de Toledo sobre la reforma y las opiniones de los agentes sociales, para elaborar el proyecto de ley de modificación del sistema de pensiones. En el primer semestre de 2011, el texto tendría su tramitación parlamentaria y previsible aprobación.
Octavio Granado lleva la secretaría de Estado desde marzo de 2004, por lo que conoce muy bien los papeles que se manejan, el engranaje interno y la problemática de la reforma. Tiene además experiencia parlamentaria, ya que fue senador y presidente o portavoz socialista en importantes comisiones de la Cámara Alta, como las de Economía y Presupuestos.
De trato fácil, mantiene buenas relaciones con los agentes sociales y con políticos de otras tendencias, y cuenta con el aval de su gestión al frente de la secretaría de Estado. Es considerado persona dialogante, si bien en ocasiones se muestra contundente con los adversarios políticos, utilizando argumentos de la más pura ortodoxia socialista.
Se le considera bien situado dentro del aparato del partido y en el Gobierno. No sólo es miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, sino su secretario federal de Economía y Empleo. Le llega a El Chivato que él es consciente de que se encuentra en el foco de atención y que no se siente cómodo por ello.
No obstante, la lógica de los analistas no tiene por qué coincidir con la de Zapatero. El presidente podría optar por un perfil más novedoso (como ocurrió con Chacón y Aído), por un peso fuerte del partido (caso de Chaves), o por contentar a alguna tendencia interna (Montilla en su momento).
Octavio Granado es también experto en asuntos sanitarios, por lo que hay quien tampoco descartaría que sustituyera a Trinidad Jiménez en esa cartera
